Los ribereños se sienten ninguneados y desamparados por la Diputación de Guadalajara

El último botón de muestra, su elipsis en los videos promocionales del Viaje a la Alcarria y el Río que nos lleva, donde no aparecen ni una mísera vez Chillarón del Rey, Durón, Pareja, El Olivar, Alocén, Casasana, Alcocer, Sacedón o Córcoles, con su Monasterio de Monsalud. Como si Cela y los gancheros hubieran usado un helicóptero para evitar cruzar las tierras malditas de estos embalses zombie

A las numerosas quejas que ha recibido el stand de Guadalajara en FITUR, se suma ahora la de la Asociación de Municipios Ribereños, que considera una falta de respeto que no se hiciera mención a una gran parte de sus pueblos. “Somos un tema tabú”, lamenta su presidente, Francisco Pérez Torrecilla. “Con el partido que gobierna en Diputación claramente posicionado a favor de los trasvases, no nos quieren ver ni en pintura para evitar agitar a la opinión pública, que obviamente pide que se defienda a la provincia con la misma firmeza que se hace ahora desde la Junta”.

“Nos niegan ayuda económica, nos niegan ayuda técnica, nos niegan apoyo institucional, nos niegan hasta el apoyo moral; nos niegan infraestructuras ya aprobadas como el parque de bomberos de Sacedón; pero lo que es peor, nos ignoran, no quieren saber nada del problema de falta de agua y de las nefastas consecuencias que está teniendo para miles de vecinos, cuando la Diputación de Guadalajara debería ser la más fiera defensora de la provincia y del Tajo”.

“Quizás el problema radique, una vez más, en un desconocimiento de la geografía de nuestro país, a lo mejor han llegado ya a creerse que somos parte de Murcia y que aquí nace el Segura”, se pregunta con sorna Pérez Torrecilla.

Ya en mayo del año pasado, se aflojaron las caretas cuando el Equipo de Gobierno de la Diputación de Guadalajara, junto a la diputada tránsfuga, rechazaron una moción de apoyo a los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía, en la que se reclamaba al Gobierno de Mariano Rajoy la suspensión de los trasvases hasta que los embalses recuperen un nivel próximo a los 1.000 hectómetros cúbicos, un mísero 40% de su capacidad total.

“Una Diputación al servicio de Guadalajara sería la primera espada en esta guerra del agua, pero en palacio apenas se menciona a los ribereños, prefieren mirar para otro lado, quizá hacia Génova, y organizar carreras populares, que está muy bien, tanto que les proponemos una nueva: 10 km a través del Mar de Castilla”.