Los pueblos del Alto Tajo se niegan a morir

Los problemas de la «España vaciada» han saltado a la palestra. Son noticia. ¡Ya era hora! Algunos se han dado cuenta –por fin– que hay vida fuera de Madrid y Barcelona. Que muchos ciudadanos presentan problemáticas más allá de las propias de las grandes urbes. No todo son los embotellamientos matutinos y los retrasos en el metro. Existen otros asuntos que importan a un grueso importante de los españoles. Entre dichas cuestiones, la despoblación, la calidad de los servicios básicos, las telecomunicaciones o el desarrollo sostenible del medio rural…

El Alto Tajo es un ejemplo de ello. Y como muestra, un botón. Hace unas semanas se presentaba públicamente la Agenda Urbana de la comarca. Se trata de un documento impulsado por la Mancomunidad de municipios de la zona –que acoge a ocho ayuntamientos y dos pedanías–, en el que se incluyen una treintena de líneas de actuación centradas en diferentes temas. Entre los mismos, la movilidad, la eficiencia energética, la nueva gobernanza o el impulso económico –mediante el desarrollo de diferentes proyectos sociales y de negocio–.

“Este plan de acción supone un paso definitivo para la transformación social, económica y ambiental de las localidades que conforman la mancomunidad y que han sido fuertemente afectados por la despoblación”, confirman fuentes de la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades, una institución que también se ha implicado en la idea. De hecho, la mencionada iniciativa pretende convertirse en “puntera a nivel europeo, lo que supone un éxito de gobernanza y una esperanza para el medio rural”.

Lo avanzado de la propuesta tiene que ver con lo ambicioso de su finalidad. “Esta Agenda Urbana, pionera en el continente por suponer un ejemplo de cooperación y el nacimiento de un área funcional rural, marca el camino para el resto de las localidades que se enfrentan al reto demográfico”, subrayan desde el gobierno regional.

Un trabajo en conjunto
La referida propuesta, además, no se ha redactado unilateralmente por una sola entidad –en este caso, «Repueblo», responsable del documento inicial–. También ha contado con el asesoramiento tanto del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, como de la Diputación arriacense. Asimismo, se ha obtenido la cooperación de los habitantes de la zona, de la mano de 15 entidades pertenecientes –en su mayoría– a la Federación de Asociaciones del Alto Tajo, muy activa durante los últimos años.

“La Agenda Urbana del Alto Tajo es el ejemplo de gobernanza, ciudadanía y esperanza que la España rural estaba esperando”, asegura Luis de Cristóbal, director y fundador de «Repueblo». De hecho, el objetivo principal de dicha entidad es la “generación de dinámicas de innovación social y tecnológica en el territorio para atraer vecinos a los pueblos”. Una política que se acompaña con la estimulación a las empresas de la zona, para que sean más productivas y que –así– puedan generar “salarios más altos”. En definitiva, se trata de “convertir en competitivo al campo frente a las ciudades”…

– Pero, ¿en qué consiste el proyecto que han elaborado?

– Se basa en hacer un diagnóstico del territorio, así como una labor de participación e implicación ciudadana, con el fin de obtener ese «aceite esencial» consistente en saber cuáles son los retos de la zona a largo plazo, que aparecen de la voluntad de todas las partes –explica Luis de Cristóbal–. La mencionada evaluación desemboca en un plan de acción, que ha de presentar hacia dónde queremos caminarlos próximos años.

Un ejemplo de este intento de implicación social surgido al albur de la Agenda Urbana ha sido «Rumbo Rural», una plataforma compuesta por más de 80 jóvenes vinculados a la decena de núcleos de población encuadrados en la referida Mancomunidad. Estamos ante una iniciativa novedosa y que –parece– está teniendo buena recepción. “Nos sentimos profundamente orgullosos de la unión e innovación que estamos generando desde el Alto Tajo”, aseguraba Enrique Collada, presidente de la referida iniciativa juvenil.

Pero, ¿en qué consiste dicha propuesta? “Se trata de un grupo de ciudadanos que intentamos regenerar el ecosistema de la zona creando proyectos que tengan un impacto positivo y que, además, aúnen a administraciones públicas, empresas privadas, asociaciones y a universidades”. En este sentido, la treintena de medidas recogidas en la nueva Agenda Urbana les sirve de hoja de ruta para liderar las nuevas ideas llega hasta la comarca…

En cualquier caso, lo que –en definitiva– buscan estos jóvenes es “estrechar lazos entre nosotros y contar con una red de apoyo para los diferentes proyectos que se vayan planteando”. De esta manera, se podrían “armar equipos multidisciplinares que atiendan las iniciativas que queramos llevar a cabo”. A ello se une que todos los componentes de «Rumbo Rural» están vinculados con alguna de las diez poblaciones encuadradas en la Mancomunidad del Alto Tajo.

Precisamente por ello, y de acuerdo a su filosofía en favor del desarrollo del territorio, desde la mencionada plataforma ya han comenzado a establecer relaciones con otras entidades sociales de la zona. Por ejemplo, con la Federación de Asociaciones del Alto Tajo, con la que tienen “muchísima relación”. E, incluso, han comenzado a tejer alianzas con agentes que vienen de fuera de la comarca, para que “vean en nuestro territorio una oportunidad de desarrollo” y, así, “seamos capaces, entre todos, de atraer capital humano”.

Posibles soluciones
– En este sentido, ¿qué otras medidas se deberían adoptar para que el ámbito rural pueda, al menos, sobrevivir?

– El factor fundamental para la continuidad de estos lugares es la vida en comunidad –asegura Collada–. Precisamente, nosotros intentamos eso, que no estemos tan aislados, que nos conozcamos entre los vecinos de los pueblos…

A ello se debe unir la divulgación de “todas las herramientas que pone el Estado a nuestra disposición y que, en muchas ocasiones, se hace muy complicado conocerlas”. No hay que olvidar que existen muchos niveles en la Administración, cada uno con sus propias ayudas y requisitos. Una circunstancia que dificulta la labor de muchos jóvenes que quieren ser emprendedores…

Asimismo, se ha de apostar por los servicios públicos de calidad en el ámbito rural, por una mayor frecuencia de medios de transporte y por un incremento de las telecomunicaciones en los pueblos. No en vano, se debe trabajar para que todos los vecinos vayan teniendo acceso –por ejemplo– a la fibra óptica. “Es cierto que esta tecnología no va a ser la salvación de nadie y tampoco garantiza salir de la despoblación, porque se necesitan otras muchas cosas. Pero es algo esencial si se quiere emprender”, asegura Collada.

Gracias a esta claridad de ideas, el compromiso de «Rumbo Rural» ha llegado a ser reconocido por el consejero de Desarrollo Sostenible de Castilla–La Mancha, José Luis Escudero. “Desde la mencionada plataforma asumen distintas líneas, que compartimos en el gobierno regional, a través del cumplimiento de tres objetivos prioritarios”. Uno de estos propósitos se basa en crear oportunidades de empleo que permitan que la atracción del talento joven al territorio. En segundo lugar, proporcionar los servicios públicos que la comarca se merece. Y, por último, preservar el patrimonio histórico, natural y etnográfico de la zona…

Todo ello, además, orientado a abordar el reto demográfico y evitar la despoblación. Por ello, iniciativas como la Agenda Urbana son tan valiosas. Pretenden revertir –o, al menos, frenar– la sangría poblacional que está sufriendo la «España vaciada». Y si, además, estas propuestas surgen desde el tejido social y ciudadano, tienen mucho más valor, porque –al fin y al cabo– son los habitantes del entorno los que conocen los problemas de su territorio.

Así, y gracias a estas iniciativas, los pueblos del Alto Tajo se resisten a morir….