Los Reyes presiden en Guadalajara el Día de las Fuerzas Armadas

Guadalajara se ha vestido de gala este sábado con motivo de la celebración del Día de las Fuerzas Armadas, un evento que, pese al intenso calor, no ha perdido su colorido y la notoriedad que marca la presencia de los Reyes de España así como de más de 2500 militares y unos 160 vehículos de todo tipo.

Los Reyes de España fuero recibidos entre los aplausos de un público ansioso de ver un desfile que no defraudó a nadie, y que contó la presencia también de la ministra de Defensa, Dolores de Cospedal, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, y el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, como el anfitrión de la ciudad en la que se ha celebrado esta jornada militar.

Una jornada que ha tenido varios momentos especialmente emotivos como el recuerdo a los caídos. Entre los asistentes había familiares de seis militares fallecidos en actos de servicio, entre ellos dos del Yak-42.

Con casi un cuarto de hora de retraso llegaron los Monarcas a la ceremonia, un evento que también contó con la presencia del jefe del Estado Mayor de la Defensa, (Jemad), general de Ejército Fernando Alejandre.

Vestido de uniforme del Ejército de Tierra el rey saludo a los cargos políticos y altos mandos y luego paso revista a un batallón de honores de la Guardia Real para después presenciar como la Brigada Paracaidista tomaba tierra portando una bandera de España que izó personal militar.

El cielo se pintó de rojo y amarillo y entre los aplausos del público se pudo ver el desfile aéreo, con la presencia por vez primera del avión ‘F-18’, ‘Eurofighter’, A-400M –que desfila por primera vez- aviones de transporte de autoridades, de caza y helicópteros.

En el desfile terrestre, las distintas agrupaciones a pie como la Guardia Real, el Batallón Mixto de la Armada, un Batallón Mixto del Ejército del Aire, un Batallón de Alumnos de la Guardia Civil, una compañía de la Unidad Militar de Emergencias y una Batallón Mixto del Ejército de Tierra. Y en esta ocasión, La legión desfiló sin su mascota habitual, la cabra.

Después de años de austeridad, el desfile cobraba en esta ocasión más vistosidad y solemnidad, y es que tras años de crisis, la inversión ha vuelto a incrementarse.