Los Ribereños vuelven a manifestarse y exigir “ni una gota más”

Los ribereños se han manifestado de nuevo este sábado entre Auñón y Sacedón
Los ribereños se han manifestado de nuevo este sábado entre Auñón y Sacedón

De nuevo, vecinos y alcaldes de los pueblos ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía volvían a decir “Tajo-Segura, ni una gota más”; en esta ocasión, en la tercera movilización en caravana convocada contra los trasvases.

Los ribereños hicieron el trayecto entre Auñón y Sacedón. La idea sigue siendo ‘abrazar’ los embalses con la intención de insistir en que no deben llevarse más agua de la comarca.

Entre los alcaldes presentes en esta tercera marcha, el de Sacedón, que es también el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños, el de Pareja y el de Chillarón; todos ellos unidos en defensa de los pantanos y de que se acaba con las derivaciones indiscriminadas, especialmente teniendo en cuenta el escaso nivel de agua de los embalses.

Durante la marcha, que concluyó en Sacedón, se pudieron ver pancartas con mensajes claros de “¡¡Basta ya!! a los trasvases o “Tajo-Segura, ni una gota más”. Al finalizar el recorrido se dio lectura a un manifiesto.

MANIFIESTO EN CONTRA DEL TRASVASE TAJO-SEGURA Y POR LA RECUPERACIÓN DE ENTREPEÑAS, BUENDÍA Y EL RÍO TAJO

El río Tajo, a lo largo de toda su cuenca, presenta unas pésimas condiciones medioambientales, con un altísimo nivel de contaminación originado, en gran parte,  por el escaso caudal de agua que circula por su eje.

Así mismo, sus embalses de cabecera, Entrepeñas y Buendía, cuentan en estos momentos, según datos oficiales, con un ridículo 15% de agua embalsada; datos oficiales que no tienen nada que ver con la realidad, ya que si se tuviera en cuenta la colmatación de los embalses, tras seis décadas de uso, el nivel apenas sobrepasaría el 11%.

A pesar de esta gravísima situación, el gobierno continúa aprobando trasvases amparado en una ley irracional que, aún en estas lamentables condiciones, le permite sacar de Entrepeñas y Buendía hasta 20Hm3 de agua al mes. Este continuo saqueo provoca que Entrepeñas y Buendía no puedan recuperar un nivel mínimo aceptable de agua, y esto al mismo tiempo provoca que el caudal del Tajo se vea muy disminuido, siendo totalmente insuficiente para que el río pueda sobrevivir.

Es indudable que existe una gestión deficiente de los recursos hídricos de los embalses de Entrepeñas y Buendía, y que la prioridad que se ha establecido en las reglas de explotación, no es la defensa del río y los intereses de sus ribereños, sino que, por el contrario, prevalecen los intereses del trasvase Tajo-Segura y de sus beneficiarios. De forma totalmente incomprensible, desde que se aprobó el “MEMORÁNDUM de entendimiento del trasvase Tajo-Segura”, nuestros derechos como cuenca cedente han pasado a ser secundarios, dando absoluta prioridad a la cuenca receptora del trasvase, la cuenca del Segura.

La aplicación, más que estricta, del MEMORÁNDUM del Tajo, está provocando situaciones verdaderamente inexplicables, como lo es que se estén aprobando  trasvases mensuales de 20Hm3 desde unos embalses al 17% de su capacidad, hasta una comarca inundada por el agua y la nieve, como ocurrió con los trasvases aprobados para enero y para marzo.
O que se siga trasvasando agua estando los embalses por debajo de los 400Hm3, como está ocurriendo ahora.
Las consecuencias medioambientales y socioeconómicas de esta incoherente y pésima gestión son muy graves y comienzan a ser irreversibles en algunos casos. A modo de ejemplo:

– Los embalses de Entrepeñas y Buendía se están convirtiendo en meros recipientes de agua, carentes de cualquier tipo de vida animal o vegetal.

– El eje del Tajo se ha convertido en una cloaca por la falta de depuración y  el insuficiente caudal de sus aguas.

– El bajo nivel de agua de los embalses hace que estos pierdan el atractivo  turístico, deportivo y de ocio que siempre habían tenido, y con ello la posibilidad de generar recursos económicos para los municipios ribereños.
En resumen: El trasvase Tajo-Segura, por un lado, está matando literalmente los embalses de Entrepeñas y Buendía, convirtiendo en un desierto todo su entorno y acabando con la enorme población piscícola que lo habitaba. Y por otro lado está arruinando la economía y la vida de sus pueblos ribereños.
Como consecuencia, la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía manifiesta:

– La condena más absoluta a la gestión que se hace de los embalses de Entrepeñas y Buendía y del río Tajo, por la que se reduce al máximo el caudal en el eje del río al mismo tiempo que no se permite que los embalses se recuperen hasta un nivel aceptable.

– La condena más absoluta también a la gestión que se hace del trasvase Tajo-Segura, enviando agua, como hemos podido ver en varias ocasiones, desde unos embalses secos hasta una comarca inundada por los temporales de agua y nieve.

– El rechazo más absoluto al MEMORÁNDUM del Tajo, a las reglas de explotación del trasvase y a la ley que los ampara, que concede total preferencia a las necesidades de la cuenca receptora, la del Segura, dejando en segundo plano a la cuenca cedente, y sin tener en cuenta sus necesidades hídricas reales.

– La máxima oposición a que se sigan tomando decisiones políticas, totalmente arbitrarias, que condenan a la ruina y la miseria a nuestros pueblos en beneficio de otras regiones del país.

– El rechazo más absoluto a la discriminación que sufre la comarca ribereña a la hora de recibir las inversiones necesarias para su desarrollo: Obras de abastecimiento a los ribereños, obras hidráulicas de carácter local, Plan de Fomento de Uso Público y Adecuación Medioambiental del Entorno de los Embalses de Entrepeñas y Buendía (que lleva 7 años aprobado y aparcado en el ministerio), y ¿por qué no la aprobación de un decreto de sequía como el que se ha aprobado para el levante? Nuestros embalses están más secos y aquí ha llovido infinitamente menos.
Por todo lo anterior, y porque la situación de los ribereños se ha vuelto insostenible e insoportable por más tiempo,  los alcaldes y alcaldesas de los ayuntamientos de los 22 Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía, reclamamos:

1º El cierre urgente del trasvase Tajo-Segura hasta que los embalses de Entrepeñas y Buendía hayan recuperado un nivel mínimo del 40% de su volumen total, alrededor de los 1.000 Hm3.

2º La derogación inmediata del MEMORÁNDUM de Entendimiento del Trasvase Tajo-Segura, como culpable de la nefasta situación del río y sus embalses de cabecera, y la puesta en marcha de alternativas a los trasvases para el suministro de agua en la cuenca receptora, hasta eliminar completamente la dependencia de esta sobre el río Tajo y clausurar definitivamente el trasvase Tajo-Segura.

3º La adecuación de los caudales mínimos ecológicos del río Tajo a las necesidades medioambientales y socioeconómicas de cada tramo y en cada momento, al menos en los niveles que propone la Red del Tajo, para que vuelva a ser un río vivo.

4º La puesta en marcha de los planes de desarrollo pendientes en la comarca ribereña que permitan la recuperación del entorno de los embalses, así como la ejecución de las infraestructuras necesarias que permitan recuperar la maltrecha economía de la comarca, tras años de injustos y perjudiciales trasvases.

Manifiesto firmado en los Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, el 30 de abril de 2017