Más de 50 piragüistas disfrutaron del V Descenso Popular del Tajo en la edición con mayor caudal que se recuerda

El pasado sábado se celebró el tradicional Descenso Popular del Tajo, una actividad que organiza el Club Piragüismo Trillo y que en ésta, su quinta edición, superó el nivel de participación de las convocatorias anteriores con más de 50 palistas. La travesía se desarrolló con algunos incidentes habituales que fueron rápidamente atendidos y resueltos de forma satisfactoria por el Grupo Especial de Actividades Acuáticas de la Guardia Civil que veló por la seguridad del evento en todo su recorrido

Más de 50 piragüistas disfrutaron el pasado sábado del V Descenso Popular del Tajo, un evento que, a diferencia de las Vacas por el Tajo –que han tenido que aplazarse dado el alto caudal del río-, ha gozado de la cantidad y fuerza del agua, pues tal circunstancia propicia un disfrute mayor de las corrientes y los rápidos y hace más llevaderas las zonas tranquilas, que se consiguen completar en un tiempo menor y con menos esfuerzo.

Así, desde el Club Piragüismo Trillo y la Concejalía de Deportes del Consistorio trillano realizan un balance muy positivo de la actividad, si bien agradecen el trabajo realizado por el Grupo Especial de Actividades Acuáticas de la Guardia Civil, que tuvo que intervenir en varias ocasiones, por suerte, resueltas con éxito y sin mayores consecuencias.

La salida tuvo lugar unos metros debajo de la presa hidráulica de Azañón, donde fueron embarcando los participantes en piraguas individuales, dobles e incluso triples. Las corrientes de la Fuente del Piojo, el conocido como salto cercano a la Playa de los Chinos y la curva previa a la Piscina del Sanatorio fueron los puntos más conflictivos, con varios vuelcos por parte de palistas. Los GEAS tuvieron que intervenir principalmente para rescatar las piraguas llenas de agua, una vez que el piragüista se encontraba ya a salvo.

Tras una parada para avituallamiento en el Empalme, la comitiva terminó la travesía en Trillo, pasada La Isla y superadas las últimas e impresionantes corrientes paralelas a la calle Jardines. La jornada terminó con una cena en los exteriores de la piscina municipal para todos los asistentes y una discoteca móvil hasta bien entrada la madrugada.