Pareja, la capital del agua

El expolio del Tajo –a través del trasvase hacia el Segura– es una noticia recurrente en los medios de comunicación. No hay mes en el que no se anuncie una nueva derivación, con las consecuencias que –esta medida– tiene para el medio ambiente y la economía arriacense. De hecho, los pueblos ribereños de Entrepeñas y Buendía siempre denuncian que dichas decisiones les perjudican enormemente. Sin embargo, el líquido elemento se sigue escapando hacia otras partes de España…

Ante esta situación, en algunos puntos de la cabecera del Tajo han comenzado a adoptar soluciones. Un ejemplo es Pareja, donde se ha construido un azud que retiene el agua del arroyo de Ompolveda, que desemboca en Entrepeñas. La infraestructura –que fue inaugurada en 2008– posee una serie de usos recreativos y turísticos que ya no podían ser ofrecidos por el pantano adyacente, debido a su escasez hídrica. Y, además, también abastece a los pueblos de los alrededores. Sobre todo, en épocas de sequía, cuando las reservas suelen ser, todavía, más exiguas…

De esta forma, el mencionado azud –de 29 hectáreas de extensión y un hectómetro cúbico de capacidad– ha permitido el renacer parejano. No en vano, desde este municipio han diseñado diversas alternativas para disfrutar de los beneficios de la infraestructura. Así, en el entorno ya se distinguen desde un embarcadero para el ejercicio de deportes náuticos a una zona de playas orientadas al baño, pasando por dos islas para observación de aves acuáticas.

Gracias a ello, existe la posibilidad de divisar diferentes especies. Entre ellas, el cormorán común, el búho real, el águila calzada, el alimoche, el halcón peregrino, el autillo, el águila culebrera, la lechuza, el águila real, el mochuelo común, el milano negro, el gavilán, el buitre leonado, la garza real, el águila perdicera, el azor, el ánade real, el porrón común, el porrón de collar, la focha común o el pato colorado. Todo un lujo.

Además, una recomendación deportiva muy interesante es realizar a pie la ruta que conecta el azud con el pueblo. Así lo subrayan desde «Caminos de Guadalajara».

“En verano, el azud se llena de turistas para pasar un día agradable de baño. Si vamos con tiempo, hemos de hacer una parada en la playa artificial y darnos un chapuzón. El sitio lo merece”, confirman desde la mencionada herramienta senderista.

En consecuencia, esta villa alcarreña se ha constituido como la capital del agua. “A vista de pájaro se puede apreciar, claramente, la forma en que la orografía y el líquido elemento definen la naturaleza de Pareja. Montes y valles se alternan en una sucesión geológica que permite que multitud de manantiales fluyan formando pequeños arroyos que terminan uniendo sus caudales en el río Tajo”, confirman desde el Ayuntamiento.

Un patrimonio pretérito a tener en cuenta
Sin embargo, las posibilidades que ofrece dicha localidad también están relacionadas con su riqueza monumental. Entre los edificios históricos más destacados se halla su plaza Mayor, de tipo castellano, soportalada y que hasta el 2014 estuvo presidida por una olma centenaria. Tras el fallecimiento del ejemplar –debido a la grafiosis–, fue sustituido por uno nuevo, resistente a dicha enfermedad. Además, en este espacio destacan las figuras del Ayuntamiento y del palacio de los obispos de Cuenca –antiguos señores del pueblo–, un complejo mandado construir en 1787 sobre uno anterior.

No muy lejos de allí se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que funge como parroquia de la villa. Es un templo de grandes dimensiones edificado en el siglo XVI. “Se construyó por iniciativa del chantre de la catedral de Cuenca, don García de Villareal, nacido en Pareja. El gran prestigio alcanzado por este personaje impulsó al obispo conquense a respaldar la ejecución de la obra, que fue encomendada en 1532 a su artífice, el prestigioso cantero vizcaíno Pedro de Alviz”, confirman fuentes municipales.

El santuario respeta el modelo de «iglesia columnaria», con tres naves a la misma altura, las cuales, además, se encuentran cubiertas por bóvedas de crucería. “En la fachada de poniente se distingue una portada plateresca, formada por un arco de medio punto entre columnas, con figuras femeninas. En la parte superior hay una hornacina, rematada en su cima con un escudo episcopal”, describen desde el Consistorio. “En el coro, situado al final de las naves, encontramos una balaustrada, acompañada con un escudo, perteneciente a fray Bernardo de Fresneda, obispo de Cuenca, entre 1562 y 1571, en cuyo mandato –parece ser– finalizaron las obras de la Iglesia”.

Pero el legado monumental de la localidad no finaliza aquí. También se debe mencionar su recinto amurallado. “Desde el siglo XI, esta barbacana formó parte de la fortificación que se construyó en la villa como elemento imprescindible para la defensa y consolidación de los territorios conquistados a los árabes”, confirman los historiadores. “La posición estratégica de la población en las estribaciones del río Tajo hizo que la misma formase parte de la Marca Media que los musulmanes establecieron como línea de frontera”.

Sin embargo, el origen de estas murallas se pierde en la noche de los tiempos. No en vano, tras la toma cristiana de Pareja, “los pobladores que se establecieron en el lugar ya encontraron un recinto amurallado y un alcázar, cuya estructura aprovecharon, reforzaron y modificaron para adecuarla a las nuevas necesidades”. Un pasado del que todavía se puede disfrutar. “Hoy en día, se conservan restos del recinto en algunos puntos de la villa, que se mantienen como testigos de su existencia y que nos permiten conocer su trazado y perímetro original”, explican fuentes locales.

En consecuencia, Pareja ofrece muchas posibilidades al visitante. Unas opciones que hablan de su pasado histórico, que ha dejado huella en su casco urbano gracias al patrimonio monumental existente en sus calles. Pero, al mismo tiempo, la relación de esta localidad con el líquido elemento es especial. Se emplaza a pocos kilómetros de Entrepeñas. Y desde 2008 cuenta, además, con un azud que permite salvar el expolio que está sufriendo el referido embalse. Por tanto, la visita a esta villa se encuentra más que justificada…