Se reabre el laboratorio de calidad de mieles del Centro Apícola de Marchamalo

López Tabernero visita el laboratorio de análisis de mieles en el Centro Regional Apícola de Marchamalo
López Tabernero visita el laboratorio de análisis de mieles en el Centro Regional Apícola de Marchamalo

El Gobierno regional ha vuelto a poner en marcha en el Centro de Investigación Apícola y Agroambiental de Marchamalo el laboratorio de análisis de calidad de mieles que fue trasladado en la anterior legislatura a Toledo. Con esta medida se atiende las reivindicaciones del sector apícola y se reubica de nuevo este servicio en el centro en el que están los mejores expertos en mieles y que cuentan con un reconocimiento a nivel internacional.

“Es para mí una satisfacción que haya llegado este día porque vamos a dar respuesta a una reivindicación de los apicultores en la región, que era volver a traer el laboratorio de calidad de mieles al lugar del que creemos que nunca debió salir y que es este centro de Marchamalo, donde se encuentran los mejores expertos en mieles a nivel internacional”, ha declarado el director del Instituto regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF), Esteban García. Han coincido en la apreciación del director del IRIAF, el director general de Industrias Agroalimentarias y Cooperativas, Gregorio Jaime y el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Santos López, quienes junto a los responsables del centro de Marchamalo han visitado hoy este laboratorio.

En este servicio se estudian cuestiones tan importantes para el sector como los análisis palinológicos de las mieles, que determinan la procedencia tanto geográfica como botánica de las mismas, “cuestión que tiene una gran relevancia para los apicultores, porque gran parte del valor de la miel se fundamenta en que tenga un determinado origen”, ha explicado el director del IRIAF, quien ha puntualizado que ”para poder realizar ese tipo de análisis son necesarios muchos años de experiencia, como los que tiene los profesionales que trabajan aquí”.

La previsión inicial es que se realicen una media de 200 análisis en este primer año de vuelta del laboratorio a Marchamalo, cifra que se prevé irá creciendo con el tiempo una vez que los apicultores retomen la posibilidad de acudir a este servicio, ya que con su traslado a Toledo disminuyó considerablemente su uso por parte del sector. Aunque el laboratorio tiene carácter regional, no se descarta que se efectúen pruebas de mieles de otros puntos de país, dado su prestigio, si bien el laboratorio tiene como objetivo primordial dar servicio a los apicultores de la región.

Este servicio que la Consejería de Agricultura presta al sector apícola se realizaba desde su origen en el Centro de Investigación Apícola de Marchamalo. El centro fue creado en abril de 1983, en respuesta al importante movimiento asociativo de los apicultores y a lo largo de todo este tiempo se ha convertido en un centro especializado, que desarrolla líneas de investigación relacionadas con las demandas y necesidades del sector apícola y de adecuación a los objetivos ambientales y de seguridad alimentaria.

A partir de 1992, con la implementación de la Denominación de Origen Miel de La Alcarria, se analizaban una media de 200 muestras al año, alcanzando un número de muestras de entre 600 y 1500 entre los años 2001 y 2014. Sin embargo, a partir de la creación en 2014 del Laboratorio Regional Agroalimentario y Medio Ambiental (LARAGA), el anterior Gobierno regional decidió trasladar el servicio a Toledo.

Ahora el Gobierno de Emiliano García-Page ha tomado la decisión de devolver este laboratorio al Centro de Investigación Apícola y Agroambiental de Marchamalo, que es uno de los centros pertenecientes al IRIAF. En este centro se desarrollan numerosas actividades relacionadas con el sector agrícola y de manera específica con el apícola, siendo centro de relevancia a nivel de la investigación nacional e internacional, tanto del mundo relacionado con el análisis de las diferentes patologías de la abeja, como de la calidad de los productos que producen: miel y polen, fundamentalmente.

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