Solanillos del Extremo, cuando el senderismo toma el protagonismo…

Querido lector, ¿le gusta caminar? Cuando llega el fin de semana, ¿aprovecha para hacer rutas senderistas? ¿Le encanta perderse entre caminos y naturaleza? Entonces, Solanillos del Extremo es su destino. Es un magnífico lugar para pasar unos días en contacto con el medio ambiente. De hecho, en esta localidad han diseñado una serie de itinerarios que –a buen seguro– colmarán las expectativas del visitante más exigente.

La primera de estas alternativas recibe el nombre «La piedra del castillo». Se trata de una ruta de algo más de siete kilómetros que conecta el casco urbano con uno de los parajes más famosos del término municipal. “Saliendo del pueblo por la carretera de Cifuentes, a 4.200 metros giramos a la izquierda para tomar el camino del Castillo, pista forestal por la que tras recorrer 2100 metros llegamos a la Piedra del Castillo. Desde aquí podemos seguir otros 900 metros para llegar a la Fuente del Castillo”, señalan desde el Ayuntamiento del pueblo.

Sin embargo, se deben mencionar otras posibilidades que –también– presentan un gran interés. Entre ellas, el trayecto «Fuente Chopo de la Huerta»; el «Camino de las losillas»; el «Camino de Carlos III», que llega hasta el balneario homónimo; la propuesta «Fuente del castillo»; o el «Camino de las Navas». “Saliendo por el sendero de las Navas, dejando la Ermita de la Soledad a 600 metros nos encontramos la fuente Cueva del Pilón. Continuando por la misma calzada, a 800 metros llegamos a la Piedra Canto Sal. Desde aquí tenemos 1400 metros hasta el cruce de Cuatro Caminos y siguiendo de frente, arribamos hasta la fuente de la Rasa (nacimiento del agua)”, indican fuentes municipales en torno a la última ruta.

El reflejo de la historia
Además, cuando el viajero regrese a la localidad tras finalizar estos itinerarios tendrá la oportunidad de conocer la historia del municipio. Lo podrá hacer a través de los monumentos existentes en el pueblo. Entre ellos, destaca la iglesia parroquial de Santiago Apóstol, edificada en el siglo XVI. “El exterior ofrece un aspecto de fortaleza y sencillez, con una torre de cuatro cuerpos divididos por ligeras impostas, siendo los muros del templo de sillar y sillarejo calizo”, aseguran desde el Ayuntamiento.

Este santuario se encuentra domiciliado en la plaza Mayor, un espacio que el templo preside con gran magnificencia y esbeltez. “La entrada de la iglesia se resguarda por un pórtico o tejaroz, sostenido por tres columnas toscanas”, indican los especialistas. Sin embargo, éste no es el único edificio religioso existente en Solanillos. El caminante también puede visitar dos ermitas de antigüedad probada.

La primera de ellas está dedicada a Santa Bárbara y se caracteriza por su planta cuadrada y por la sencillez de sus detalles. Su acceso se realiza a través de un arco edificado mediante piedra de sillería. En cambio, el segundo de estos santuarios se encuentra dedicado a la Soledad. “Es un edificio de planta alargada con puerta de acceso sobre el muro norte y hornacina, con espadaña en el muro de poniente, mientras que en el de levante surge un ábside semicircular con contrafuertes”, confirman desde el equipo municipal del pueblo.

Y tras este recorrido, el visitante tendrá que recuperar fuerzas. Lo puede hacer degustando alguna de las propuestas gastronómicas típicas de la localidad. Entre las más conocidas, los quesos y la miel artesana, así como los vinos, realizados con las uvas de las viñas existentes en Solanillos. Todo ello, sin olvidar las migas, las gachas, el cordero asado, el cabrito frito, los chorizos u otras opciones vinculadas a la matanza –tan habituales en las tierras castellanas–.

Un menú muy completo que, sin duda, permitirá al viajero recuperar fuerzas. Sobre todo, tras realizar las rutas senderistas propuestas desde este Ayuntamiento. Un municipio en el que se combina a la perfección la riqueza natural con el pasado histórico –a través de diferentes monumentos–. Una mezcla que bien merece una visita…

Julio Martínez

Historiador y periodista, especialista en comunicación ambiental y en Masonería mexicana. El reporterismo es mi vocación. Ahora informando desde Guadalajara. “Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” (Benito Juárez, 1867).