Solanillos del Extremo, el pueblo que se conoce andando

Uno de los rasgos definitorios de la Alcarria es su entorno natural. Esta comarca presenta unos valores ambientales envidiables. Bosques, ríos, praderas y cultivos se combinan a la perfección en todo su territorio. Una muestra de ello se encuentra en Solanillos del Extremo, una localidad de apenas 88 habitantes empadronados que limita –entre otros pueblos– con Cifuentes, Masegoso de Tajuña, Henche, Brihuega o Valderrebollo.

Solanillos se constituye como un magnífico lugar para disfrutar de unos días de descanso en contacto con el medio ambiente. De hecho, en esta población se han diseñado una serie de itinerarios que colmarán las expectativas del caminante más exigente. El primero de ellos se denomina «Piedra del Castillo» y cuenta con una longitud de 7,2 kilómetros.

“Saliendo por la carretera de Cifuentes, a 4.200 metros giramos a la izquierda para coger el «Camino del Castillo», pista forestal por la que tras recorrer 2.100 metros llegamos a la «Piedra del Castillo»”, indican desde el Ayuntamiento. “Desde aquí podemos seguir otros 900 metros para arribar a la «Fuente de la Piedra del Castillo»”.

La segunda de las opciones permite conocer este mismo destino. Y lo hace, además, en tan sólo 4,1 kilómetros. “Saliendo de la Plaza Mayor por la carretera de Cifuentes, giramos a la izquierda en el primer cruce para tomar el Camino de Masegoso o del Villar. A 1.800 metros giramos a la derecha para caminar hasta el Vallejo del Ciego, y desde allí recorremos otros 1.300 metros hasta llegar a la «Fuente de la Piedra del Castillo»”, explican fuentes municipales.

Asimismo, se puede continuar conociendo el término de Solanillos del Extremo a través del «Camino de Carlos III». De hecho, tras tomar este sendero “nos encontramos, a 400 metros la Fuente del Pozo”, explican los responsables locales. Además, siguiendo la ruta, “a 800 metros dejamos, a la izquierda, el «Camino de las Losillas». Y a 2.100 metros de este punto llegamos al cruce de «Cuatro Caminos»”. En este entronque, se ha de optar por la alternativa de la izquierda, que lleva directamente a la «Fuente de Rasa», final de trayecto.

Otro de los puntos a los que se puede llegar a pie desde Solanillos del Extremo es la «Fuente del Chopo de la Huerta». De hecho, se ha de continuar el mismo itinerario de la ruta anterior durante 1.400 metros. En este mismo enclave sale un camino a la izquierda. Si se opta por él, a 2.000 metros se alcanza el destino del sendero. Un recorrido que se realiza entre bosques, campos de cultivo y regatos. Un lujo al alcance de la ciudadanía.

Y, por último, desde «Caminos de Guadalajara» proponen una quinta alternativa senderista. Se trata del «RCGU-12: Solanillos del Extremo. Camino de Haya del cerro», que se extiende a lo largo de nueve kilómetros, los cuales se realizan en tres horas y media. “Lo más hermoso de la ruta es el recorrido por la loma del cerro, con sus amplios paisajes de la mano de sus arboledas del valle”, se explica en este portal. “Nosotros hicimos el camino a primeros del otoño y nos sorprendieron los tonos amarillos y ocres. Y en cuanto a la fauna, destaca su trajinar constante”.

Una localidad con diversos atractivos
Sin embargo, la riqueza de Solanillos del Extremo no finaliza en su entorno natural y las múltiples posibilidades de senderismo. El visitante también se deleitará con los recursos patrimoniales existentes en el municipio. Entre ellos, la iglesia de Santiago Apóstol, del siglo XVI. “El exterior del templo ofrece un aspecto de fortaleza y sencillez, con torre de cuatro cuerpos divididos por ligeras impostas, siendo sus muros de sillar y sillarejo calizo”, explican desde el Ayuntamiento.

“La entrada se resguarda por un pórtico sostenido por tres columnas toscanas, compuesto por un arco semicircular adovelado”. En este emplazamiento se distingue –tallada– la fecha de 1802. Aquel año se refiere a la última restauración acaecida en el complejo. Esta iglesia, además, poseía “el carácter de asilo. Es decir, que cualquier perseguido por la justicia entraría en ella para conseguir refugio y no podría ser tomado con violencia por la autoridad”, confirman los historiadores. Una vez dentro de la infraestructura eclesial, “sobresale el altar mayor, barroco, con diversas tallas de santos, así como una pila bautismal de gallones”.

De igual forma, el caminante también podrá disfrutar de otros monumentos religiosos en la localidad. Entre ellos, la ermita de Santa Bárbara, emplazada al norte del pueblo, en las antiguas eras. “Se trata de un edificio pequeño, de planta cuadrada y con puerta de arco de piedra de sillería sobre el muro sur. Recientemente ha sido restaurada y se ha colocado un sencillo porche con dos columnas”, explican desde el Ayuntamiento.

Al otro lado de la población se encuentra el santuario de la Soledad. Se domicilia al sur del casco urbano, en la carretera de Henche, junto al cementerio. “Es un edificio de planta alargada con puerta de acceso sobre el muro norte. Su espadaña está en la pared de poniente, mientras que en la de levante se distingue un ábside semicircular con contrafuertes”, confirman los especialistas. En el interior se guarda una talla de la Virgen de la Soledad, que da nombre al mencionado oratorio.

Un patrimonio monumental que habla del pasado del enclave. Un devenir histórico que, incluso, se entrevé en su denominación. “Lo primero que llama la atención al visitante es su curioso nombre, el cual –según la creencia popular– se debe a que en estas tierras se encontraba el límite entre España cristiana y la musulmana, durante la Edad Media”, explican los investigadores. Seguidamente, “Solanillos del Extremo perteneció a la tierra de Atienza durante el periodo de repoblación, formando el extremo meridional de dicho territorio”.

Sin embargo, en 1478 “pasó a formar parte del señorío condal de los Silva, condes de Cifuentes, pasando por lazos familiares a las casas de los duques de Pastrana y del Infantado”. Ésta última propiedad se mantuvo vigente hasta la abolición de los Señoríos en 1812. Por tanto, dicho enclave alcarreño combina –a la perfección– la naturaleza, el deporte, la historia y en legado patrimonial. En consecuencia, Solanillos del Extremo bien merece una visita. ¡No te lo puedes perder!