Tiempo de Botargas

Botarga de Arbancón. Foto José Antonio Alonso
Botarga de Arbancón. Foto José Antonio Alonso

Con la llegada del nuevo año empiezan a aparecer las primeras botargas de nuestra provincia -Alarilla, Humanes, Robledillo de Mohernando-. Desconozco si, debido a la situación sanitaria, han salido por nuestras calles o han optado por dejarlo para otra ocasión mejor.

La revista “Besana” de la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid, acaba de dar a luz su nº 2: Entre sus trabajos publicados figura uno con mi firma titulado “LAS BOTARGAS EN GUADALAJARA Y SU SIGNIFICADO“, que el lector puede descargar en el enlace de arriba.

Por si no quieren leer la totalidad del trabajo, les intento resumir su contenido, a grandes rasgos, y ya de paso voy introduciendo algún comentario que me va surgiendo: es cierto que se ha escrito mucho y bien sobre el tema (CARO BAROJA, GARCÍA SANZ, LÓPEZ DE LOS MOZOS, etc.). Pero todavía existe cierta confusión entre las botargas y otros personajes disfrazados, normalmente de tipo carnavalesco. Esta confusión es comprensible en algunos casos como el de Almiruete, en el que aparecen sus “botargas y mascaritas” en tiempo de Carnaval.

Las nuevas funciones de muchos botargas, que aparecen en los escenarios y eventos -Festival de Hita, Pregón del Carnaval de Guadalajara-, contribuyen a esa confusión. Esto no pretende ser una crítica, sino la constatación de una realidad, pues el folklore se adapta, como siempre a los nuevos tiempos y circunstancias.

Botarga de Razbona. Foto José Antonio Alonso
Botarga de Razbona. Foto José Antonio Alonso

El estudio lleva un pequeño apartado introductorio. Más que entrar a describir las botargas de las distintas localidades, cosa suficientemente documentada, me he centrado en el análisis de varios elementos de su indumentaria y otros que nos dan pistas sobre su significado y sentido en muchos rituales: las máscaras, muchas de ellas relacionadas con animales, otras con personajes diabólicos; los cencerros y campanillas, que también guardan relación con el mundo animal; las figuras animales y astrales que llevan cosidos a su indumentaria; las cachiporras que ayudan a crear ese aspecto mágico; la ceniza, que algunos guardan en sus chepas, y la pelusa o semilla que arrojan a los transeúntes, recuerdo todo ello de esa relación con los ritos agrícolas y fecundatorios.

Otro apartado viene a centrarse en el significado de la propia palabra “botarga” y en las denominaciones que reciben otros personajes similares, dentro y fuera de nuestra provincia.

No falta en el estudio un recordatorio para las agrupaciones clásicas de nuestros personajes, llevadas a cabo por los estudiosos del tema, cuyos autores más emblemáticos figuran al principio del trabajo:

1/ Botargas del ciclo fustigante (más de invierno).
2/ Botargas y zarragones directores de danzas (más de primavera y verano).
3/ Otros personajes asimilables.

Botarga de Montarrón. Foto Angel de Juan
Botarga de Montarrón. Foto Angel de Juan

En el estudio cobra gran importancia la referencia a algunos hitos históricos. Es aquí donde aludimos a su posible relación con las figuras de hechiceros y disfrazados de las representaciones prehistóricas. Seguimos el rastro de nuestros personajes en la Edad Media, en los tiempos modernos y en el mundo contemporáneo, deteniéndonos en el significado actual, en los cambios experimentados y en el papel que juegan las botargas en los ritos actuales, en este mundo de la imagen y el espectáculo, en los encuentros de carácter social y cultural, ahora interrumpidos por la pandemia, pero que volverán pronto, esperemos, una vez superada la actual situación sanitaria.

Termina el trabajo con varias referencias bibliográficas y filmográficas, así como a las páginas webs consultadas.