Todos los vecinos de las viviendas de Laguna de la Colmada dejarán este viernes el edificio

Salían hace unos días y tendrán que hacerlo de nuevo. El edificio de la calle Laguna de la Colmada 1 de Guadalajara, donde se detectó un problema de agrietamiento que ya motivó el desalojo de las 46 familias que vivían en él quedará este mismo viernes de nuevo vacío totalmente, y todos los vecinos serán realojados de nuevo hasta que se acometa la obra integral del mismo, que se prevé larga.

Lo ha dicho este mismo viernes en la capital alcarreña la consejera de Fomento, Agustina García Élez, acompañada de responsables de la empresa pública de Gestión de Infraestructuras de Castilla-La Mancha (Gicaman) y del delegado de la Junta, Alberto Rojo.

Un encuentro en el que no ha concretado cuánto tiempo podrían prolongarse los trabajos, pero sí ha dicho que serán más de los tres meses que había previstos inicialmente.

Actualmente, tras el desalojo, habían regresado a las viviendas 26 de estas familias, en espera de que los problemas que estas tenían en los domicilios se pudieran llevar a cabo con ellas dentro. Sin embargo, a lo largo del día está previsto que todas ellas lo abandonen también.

Inicialmente irán a hoteles como opción de habitabilidad, pero García Élez ha señalado que a partir del lunes se verá cada caso de manera individual, mediante citas en Bienestar Social con personal técnico de Gicaman y con trabajadores sociales para ver las necesidades de cada uno.

Desde la Junta ya se trabaja igualmente en la disposición de su parque móvil de vivienda pública, la mayoría en la capital, pero también hay en otras localidades como Alovera, Horche o Azuqueca que se están ofertando a los vecinos, como otras opciones como es la ayuda de emergencia para alquileres. Según Gacía Élez, se pretende un traslado “ordenado”, que se va a llevar con medios de la Junta de Castilla-La Mancha.

“Cuanto antes esté vacío el edificio, antes se empezará a trabajar”, ha señalado la titular de Fomento, tras reconocer que también se trata de evitar las molestias que les habían manifestado algunos vecinos, y que habían conllevado la paralización, en algún caso, de los trabajos.

La consejera ha incidido en que se trata de un “fallo de ejecución” cuyo alcance quieren ahora diagnosticar así como que se trata de “una obra de envergadura” de la que quieren ver dónde está el origen y no sólo conformarse con los arreglos.

“Nuestra intención es que hoy se quede el edificio vacío”; ha incidido la consejera tras matizar que las mudanzas se llevarán a cabo en los próximos días.

Por lo que respecta a la propia obra, según la consejera, Gicaman ha decidido realizar un estudio “integral” de todo el edificio en base a los indicadores que ya tienen, con el fin de conseguir una radiografía sobre “todas y cada una de las patologías existentes y adelantarse a las que puedan existir de cara a tres, cinco meses o un año”, ha apostillado.

La consejera ha recordado que, aunque el planteamiento inicial era el de poder compatibilizar las obras de reparación de estas viviendas sociales con los inquilinos dentro en los 26 casos que volvieron a las mismas, ha señalado que el día a día ha demostrado que esto supondría una “grave dificultad e incomodidad” para los vecinos.

De hecho, ha explicado que el último informe técnico recoge que para poder llevar a cabo algunas pruebas específicas se necesita que el edificio esté vacío, algo que también ha sido valorado por la Mesa de Seguimiento formada por tres aparejadores del Colegio de Aparejadores de Guadalajara que se ha formado a raíz de este suceso y que también analiza estos datos.

La titular de Fomento se ha referido también a los datos de los fisurómetros que había colocados en las viviendas a petición expresa de los Servicios Técnicos del Ayuntamiento, y ha señalado que la última medición, de este mismo viernes, ofrece que los parámetros son “normales”, una información que también analizará, no obstante, la Mesa de Seguimiento.

García Élez sigue defendiendo que “no hay un problema de seguridad” en las viviendas, aunque ha apostillado que, de manera acertada, se ha decidido acometer unos trabajos más en profundidad “para ver la situación integral”.

Ha recalcado que no es porque hayan detectado una patología distinta que les preocupe sino que “no queremos que los vecinos sigan con incertidumbres si dentro de cinco meses o de un año vuelve a aparecer una fisura y nos hubiéramos dejado sin ver alguna pequeña esquina del edificio”.