Llega un momento que la vida te marca un inicio y un final, es ley de vida.
Y la larga vida profesional de quien esto escribe llega a su feliz término tras casi medio siglo desde que nos dedicamos a esto de “juntar letras” y poner “negro sobre blanco” con noticias, entrevistas, reportajes, fotografía, etc.
En esta despedida y sin querer he de hablar algo sobre mí, de verdad que no me gusta, pero lo haré para explicar esta larga trayectoria y este hasta siempre.
En mi casa, desde que yo tengo uso de razón, se respiraba el periodismo. Mi padre José de Juan o más bien Pepe de Juan, como muchos le conocían, era por aquellos años profesor en el antiguo Brianda de Mendoza; al igual que mi madre, que lo era en el viejo Cardenal Mendoza, el recordado como “El Banco”. Además de maestro, mi padre, fue ante todo periodista y de los buenos, de eso estoy seguro; tenía una pluma inimitable, y escriba de todo: informaciones, noticias, entrevistas, reportajes y también escribía para él, como poesía, presentaciones de actos, conferencias y un largo etc.
Entre sus muchos artículos yo destaco la serie que dedicó a “El Barbas, el perro de la imprenta”; un can lanudo y blanco y que la suciedad no le permitía apreciar su verdadero color. Vivía en la antigua imprenta Carlavilla y deambulaba por las calles de Guadalajara y al que muchos le conocían. Recuerdo que, sobre la hora de comer, se plantaba en la puerta de nuestra casa, en la calle Horno de San Gil, golpeando la puerta con sus patas delanteras para que le abrieran y veloz se presentaba en el comedor cuando la familia estaba comiendo, sentándose junto a mi padre, en la cabecera de la mesa; “Tita”, la gata que deambulaba por la casa, rápidamente se escondía, no quería saber nada del sucio y lanudo can.
En esta serie, publicada durante varios años en Nueva Alcarria, el can y el periodista recorrían juntos la ciudad; asistían a actos sociales, a tomas de posesión, a ruedas de prensa, a visitas de ministros o incluso entraban en los bares cuando el periodista iba a tomarse unos chatos con los amigos. La serie retrataba muy bien la Guadalajara de finales de los sesenta y primeros años de los 70.
Los golpes que a uno le da la vida, se tradujo en la repentina muerte de mi progenitor ocurrida el 8 de julio de 1972. Yo, aún era un joven imberbe, pero al que le gustaba escribir, aunque no lo publicara por aquello del pudor.
Algún año después comencé a colaborar en Nueva Alcarria, que era el periódico de la familia, con diversos artículos como críticas de libros, informaciones varias o incluso una serie dedicada a los clubes deportivos de la provincia, con entrevistas a sus responsables.
Con los años entré a formarte parte de la plantilla de Nueva Alcarria y durante mucho tiempo compaginé mis labores como jefe de publicidad, con las de fotógrafo, pues mi hobby era la fotografía, al tiempo que publicaba algunas cosillas.
Pero la vida le lleva a uno por otros derroteros y decidí abandonar el periódico de toda una vida y montar mi propio medio de comunicación y nació el proyecto denominado “Editores del Henares” que se ha sustentado en tres pilares: por un lado la publicación de un medio en formato papel con la cabecera de “Henares al día”, publicación de salida mensual y gratuita que se distribuía en la capital y los pueblos del Corredor del Henares con una tirada media de 25.000 ejemplares (hubo meses que llegamos a los 35.000 ejemplares). Al poco tiempo de su primer número se le añadió la publicación en digital de www.henaresaldia.com.
El segundo pilar ha sido el desarrollo editorial: el diseño, maquetación e impresión de todo tipo de publicaciones, ya sea libros, revistas, u otros medios (durante algunos años editamos la revista “Trixueque” para la localidad de Trijueque y el periódico “Villas Alcarreñas” para la mancomunidad del mismo nombre), fotografía, notas de prensa, etc.
Y por último el desarrollo web con el diseño y alojamiento de numerosas webs de diferentes clientes en nuestro servidor.
Pero la grave crisis del 2011-2012 nos obligó a suprimir la edición en papel, ya que la publicidad había disminuido drásticamente y no se podía mantener un periódico gratuito en papel, por lo que decidí potenciar la edición digital de henaresaldia.com, publicación que hasta hoy se sigue editando.
Han sido muchos años de duro trabajo, de muchos éxitos, eso es verdad, pero también de algún fracaso que nos ha hecho seguir adelante y siempre con la ilusión del primer dia.
Recuerdo que en el primer editorial que se publicó en la edición de papel, allá en marzo de 2001, escribí “de nosotros, antes de nacer, se ha dicho de todo, pero nuestro único norte será el respeto a la Constitución Española, la legalidad vigente y el libre mercado”.
Y en otras líneas continuaba “Las páginas de Henares al día es un foro abierto para todos y de todos. Por eso le invitamos a participar con cualquier cuestión o tema que le gustaría que nuestra redacción abordara. Una invitación que hacemos llegar por igual a los grupos políticos, asociaciones e instituciones, en definitiva, a todos los ciudadanos de Guadalajara que quieran formar parte de este proyecto que hoy ve la luz por primera vez”.
Durante esta semana hemos incluido una nueva sección con el nombre de “Tribuna de despedida”; aquí todos los colaboradores que han participado en este proyecto han dedicado unas líneas al periódico que, por ley de vida, ha de cerrar su ventana. Pero henaresaldia.com no se cierra de una manera abrupta, lo hará poco a poco. Durante el resto del mes de agosto seguiremos actualizando el digital y cuando los programadores y diseñadores lo decidan le daremos un nuevo auge, una nueva visión. Lo disfrutaremos hasta que caduque el servidor en el que está alojada la web y cuando venza el dominio, aún le quedan unos cuantos meses.
Desde el pasado domingo, día en que la agencia de noticias Europa Press publicara la información de mi jubilación y por lo tanto el cierre del periódico, han sido muchísimas las personas que me han felicitado bien sean por teléfono o por redes sociales, o por email o bien nos hemos encontrado en la calle, que no tendría aquí espacio para darles las gracias una a una. Uno no valora a los amigos hasta que llega este momento.
Y ya en la hora de la despedida quiero agradecer a todos los colaboradores, clientes, compañeros, instituciones y sus jefes de prensa, organismos públicos y los muchos amigos y por supuesto a los familiares, y sobre todo a los lectores la atención prestada en estos 23 años de periodismo ininterrumpido, a todos un MUCHAS GRACIAS con mayúscula y hasta siempre.
Con nuestra colaboración de despedida concluimos esta larga serie, en la que han colaborado todos los que hemos formado parte de este digital. No sé si habremos sido pesados durante esta última semana, pero teníamos que dar cabida a todos y que cada uno para que escribiera su propias sensaciones.
Ángel de Juan-García Aguado
Director
