Viernes y sábado, noches del Tenorio Mendocino

Un año más y con esta son ya 28 las ediciones, en las que las figuras de Don Juan Tenorio, Doña Inés, Don Luis Mejía o don Gonzalo de Ulla, recorren las calles y los espacios de Guadalajara en busca de su lugar, para representar el Tenorio Mendocino, una de las fiestas culturales de Guadalajara de primer orden junto con el Maratón de los Cuentos y que ya dan fama merecida a esta ciudad.

Los personajes y el público se juntaran en la plaza de Santa María a partir de las 19,00 horas para participar en la recreación de la Guadalajara del siglo XVI, y posteriormente, desde las 21,00 horas dando inicio ante la fachada de Santa María de la Fuente La Mayor, se inicia la representación.

Miles de guadalajareños acompañan a los actores, técnicos y colaboradores por el centro de la ciudad hasta cada uno de los espacios, así hasta que la representación termina pasadas la una de la madrugada, en la que nadie quiere perderse ni un solo momento.

Vuelve el Tenorio, Vuelven los Mendozas a Guadalajara.

Los espacios

Escena 1, Hostería del Laurel
LUGAR: Plaza de la Concatedral de Santa María
Al amparo del atrio de Santa María de la fuente mayor, Concatedral de Guadalajara, iglesia construida probablemente de nueva planta por mudéjares aunque sobre espacio que ocupo una mezquita árabe, comienza Don Juan sus andanzas por el amor y la muerte. Muy cerca de Santa María tuvo el Cardenal Mendoza, figura clave en la España de los Reyes Católicos, su palacio.

Escena 2: Casa de doña Ana de Pantoja
LUGAR: Fachada del Palacio de la Cotilla
Los Marqueses de Villamejor levantaron su palacio de ladrillo y aparejo de piedra en el siglo XVIII. Rejas para enmarcar las burladas damas y empedrados para destreza y desafíos. Entre ovillejos nos llega el aroma del jardín romántico de la mansión, mientras que la cercana y sobria presencia del Convento de las Carmelitas de San Jose, preludia cantos monjiles calle museo adelante.

Escena 3: Celda de Doña Inés
LUGAR: Claustro del Convento de la Piedad
Equilibrio de la belleza sencilla de las formas que anuncia el frescor del Renacimiento castellano que aquí, quizás, sembró Lorenzo Vázquez. Palacio de Don Antonio de Mendoza, convento luego también de la mendocina Brianda de Mendoza, une pasiones terrenales y anhelos espirituales de la novicia doña Inés, que va a ser raptada por Don Juan entre la azulejería Sevillana del claustro. Rumor, entre lamparillas, de rezos y cantos.

Escena 4: Quinta de Don Juan
LUGAR: Patio de los leones del Palacio del Infantado (es previsible que la escena de represente en el Patio de los Leones como es habitual)
En la memoria de la piedra viva del Palacio del Infantado, toda una síntesis de la historia y el arte en Guadalajara en el solar de los Mendoza. Símbolo de la ciudad para la escena más popular del Tenorio, la llamada “del Sofá”. Leones, tovas y escudos, imaginados por Juan Guas, vuelves a ver el paso del amor y la muerte condensado en un instante: el Diablo ha estado a las puertas del cielo.

Escena 5: Panteón de la Familia Tenorio
LUGAR: Exterior de la Iglesia del Convento de la Piedad
Alonso de Covarrubias amo aquí la piedra en plateresco. Entorno de luz y sombras, de frondosidad para el misterio, de instantes y eternidades. Hojas, sin tramoya, que arrebata el viento. En la portada, entre escudos mendocinos, la escultura de un grupo de La Piedad, con San Juan y la Magdalena, contempla la sombra de Doña Inés, que invoca la Misericordia de Dios y el triunfo del Amor. Con mayúscula.

Escena 6: Aposentos de Don juan
LUGAR: Atrio de la Iglesia de los Remedios
Don Pedro González de Mendoza, obispo de Salamanca y destacado teólogo en Trento, fundo aquí colegio de doncellas, y Acacio de Orejón le dio elegancia renacentista , en el último tercio de XVI. Sobre el sepulcro del fundador, la rica mesa de Don Juan, que al cenar ha convidado a los muertos. La ingravidez de la capilla mayor, convoca la presencia de la estatua de Don Gonzalo.

Escena 7: panteon de la Familia tenorio
LUGAR: Exterior de la Iglesia del Convento de la Piedad
Alonso de Covarrubias amo aquí la piedra en plateresco. Entorno de luz y sombras, de frondosidad para el misterio, de instantes y eternidades. Hojas, sin tramoya, que arrebata el viento. En la portada, entre escudos mendocinos, la escultura de un grupo de La Piedad, con San Juan y la Magdalena, contempla la sombra de Doña Inés, que invoca la Misericordia de Dios y el triunfo del Amor. Con mayúscula.