VIII Edición de un Segontia Folk consolidado como cita musical ineludible para los fans del género

Foto: Antonio López Rojas
Foto: Antonio López Rojas

La VIII Edición de Segontia Folk le ha dado continuidad a la fiesta de San Vicente, hasta el fin de semana. El festival lo organiza la Asociación de Empresarios de Sigüenza (AES), con la colaboración del Ayuntamiento de Sigüenza. Como decía la concejala de Cultura, Ana Blasco, en la presentación del concierto de ‘Luciérnagas’, gracias a la colaboración de la sociedad seguntina, “se extiende nuestra fiesta tradicional a una semana entera”. En este mismo sentido, y como portavoz de AES, Jesús Moreno recordó que, “poco a poco, se va consiguiendo, entre todos, cambiar el tradicional apelativo de la fiesta de San Vicente, como San Corte Inglés, por un momento especial e importante para la ciudad, e incluso en un reclamo turístico más.

Raúl Sales, responsable de la programación musical, explicó que, en tiempo récord, se había podido sustituir al grupo inicialmente programado, ‘Kilema’, por ‘Luciérnagas’, debido al accidente de tráfico que sufría la formación de Madagascar, a la altura de Alcázar de San Juan, de camino a Sigüenza. Afortunadamente, y pese a que todos los músicos hubieron de permanecer en observación, el siniestro no ha tenido consecuencias graves. La organización se ha comprometido a contratarles en una próxima edición del Segontia Folk.

Sobre el escenario de El Pósito, José Climent (violín, gaitas y voz), miembro fundador de La Musgaña, acompañado por Pilar López Ballarín (voz y percusiones tradicionales); Rocío Garde (bouzouki, acordeón y voz) y Héctor López (clarinete, cajón y voz), mostraron, en parte, ‘Luciérnagas’, un trabajo del año 2019, originalmente sólo de Climent, del que ha surgido ésta formación, así como temas nuevos con los que ya se plantean darle continuidad discográfica al proyecto. Climent tuvo palabras de elogio para el Segontia Folk. “Es especial, en primer lugar, por la fecha que es, en enero, cuando la temporada esta sin empezar, en pleno invierno, y porque transcurre en ciudad tan maravillosa, y tan invernal, como es Sigüenza; pero es que además es un festival muy reconocido al que, quien viene, se va encantado”.

Después de varios proyectos, para el músico madrileño este proyecto supone “volver a la sencillez, a los sonidos de la noche, a este silencio, sólo roto por el canto de los grillos y las luciérnagas”. Los integrantes de la formación se conocen desde hace mucho tiempo y, “cuando después de grabar el disco, hubo que presentarlo en directo, nos gustó tanto lo que hicimos, que le dimos el mismo nombre al grupo con el que lo hemos prolongado y que cuajará pronto en un nuevo disco”.

Climent y Ballarín dieron, a lo largo del concierto, las pertinentes explicaciones sobre cada tema. “Nos gusta saber el origen de lo que tocamos y contarlo, es nuestra manera de reconocer a los informantes, a esas personas que han mantenido la tradición en sus lugares de origen, y también a los folkloristas, como el gran Agapito Marazuela, que la han recogido, escrito y grabado. Gracias a ellos traemos al presente música antigua, incluso de la Edad Media”, señalaba.

El viernes, 24 de enero, el grupo húngaro Bordó Sarkany (El Dragón Rojo), mezcló en El Pósito canciones medievales de su país de origen, con composiciones propias, sirviéndose para ello de gaitas medievales, gaitas húngaras, pipas escocesas, tambores, buzuki, koboz, violín, tambor, cítara y flautas. Como gustan de hacer, fusionaron diferentes formas de arte, para lograr un concierto rico y espectacular. Sus canciones, poderosas y dinámicas, levantaron al público de los asientos. Como decía Raúl Sales, “quizá habría que haberlo hecho en un sitio abierto para el público hubiera podido bailar”.

No ha descuidado la VIII Edición del Segontia Folk la actuación infantil. Desde Málaga, llegó ‘Kumbakié, ¿a qué suena la tierra?’, un concierto didáctico e interactivo que propone un viaje sonoro a través del mundo, sin barreras geográficas ni culturales, donde más de 50 instrumentos musicales tradicionales y étnicos son el motor que lo hace posible. Gabriel Marín, el multi-instrumentista que protagoniza el espectáculo y que vive entre dos mundos, el musical y el pedagógico, alababa la iniciativa del Segontia Folk de ofrecer siempre un concierto infantil. “Si queremos que la música folk continúe, hay que cuidar a los niños. Además, es fácil, puesto que hablamos de canciones que ha salido del pueblo, muchas veces con función lúdicas, y eso, los más pequeños lo palpan y lo disfrutan”.

Además de estos grupos también han actuado en el Segontia Folk el grupo de Grupo De Danzas Palacio De La Cotilla; Divertimento Folk, grupo de Folk&Roll en el Centro Cultural El Torreón, y el baile vermú de La Concertina Folk Subterráneo.