Celebrar el Día de la Sierra, donde toque cada año

El Día de la Sierra está organizado por la Asociación Serranía.
El Día de la Sierra está organizado por la Asociación Serranía.

Salir al campo cada mañana es como estrenar el mundo. Lo tiene escrito Miguel Delibes y a fe que cualquiera puede comprobarlo siempre que quiera. El campo es un lugar tonificante, apacible y gratuito. Casi todo son ventajas. Buscamos con tanto ahínco la aceleración y el ruido que parar en seco es, además de un gusto, una necesidad. Cuando le concedieron un premio gordo a Vázquez Montalbán le preguntaron en qué iba a invertir la dotación económica que acarreaba. Él contestó: “En comprar tiempo”. Ahora lo difícil es comprar el silencio porque todo el mundo habla, chilla y grita. En la tele, en la radio, en los bares. En la calle. Casi también en el campo.

El silencio es hermoso si es voluntario, como la soledad. En caso contrario, resulta mortificante. Manu Leguineche ha repetido hasta la saciedad que Brihuega es la capital mundial del silencio. Quizá también lo es cualquier pueblo de esta provincia. Porque existe un silencio esplendoroso: el de leer la prensa mientras llega el desayuno, el de pasear entre pinares, el de la mirada desde el Alto Rey, el de una dehesa inabarcable. Pero existe otro silencio menos gratificante y mucho más terco: el de las plazas vacías de nuestros pueblos, el de la resignación, el de los inviernos del demonio.

La Sierra de Guadalajara acumula ya ocho años celebrando un día dedicado a reivindicar sus esencias. Que la sierra celebre algo no es novedad porque atesora buena parte del acervo tradicional y fiestero de la provincia. Lo que no es tan habitual es que reserve un día para reivindicarse a sí misma, para pensar en sus cosas. El sosiego, quebrado por la cultura y la naturaleza.

La Asociación Serranía de Guadalajara es la impulsora del Día de la Sierra desde que en 2008 se celebró en Hiendelaencina la primera edición. Después han sido los pueblos de Galve de Sorbe, Arbancón, Majaelrayo, Jadraque, Zarzuela de Jadraque, El Cardoso de la Sierra y Pálmaces de Jadraque. El objetivo de la entidad organizadora es trasladar la fiesta a las distintas comarcas que conforman la Serranía, en aras de apoyar la cohesión cultural e identitaria de la zona.

El programa de actos mantiene un esquema similar en cada celebración alrededor de la cultura y el folklore de la Sierra, aunque cada año se hace incidencia en un capítulo especial, ya sea el patrimonio en peligro, las botargas y danzantes o el vocabulario tradicional. El Día de la Sierra, que cuenta con la colaboración de administraciones públicas y entidades privadas, se ha consolidado como una fiesta ya arraigada en la comarca, una manera divertida y didáctica de seguir aferrado a las raíces serranas.

El objetivo de esta cita es romper el mutismo de la comarca, pero sin estridencias. Es decir, en armonía con sus gentes. Las carreteras, internet, las comunicaciones… Todo ello está en eso que Garciasol llamó “pensamientos fríos”. Sin embargo, existe una manera constructiva y, a la vez, divulgativa de exaltar lo que aporta la Sierra y los serranos a Guadalajara: Indagar en sus raíces, conocer su pasado, recuperar sus juegos, cantar sus poesías, bailar sus danzas y catar su pitanza.

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El Día de la Sierra se celebra cada año el fin de semana siguiente a la fiesta del Pilar, en octubre. Conviene visitar antes la página web de la Asociación o estar atentos para conocer el pueblo anfitrión de una fiesta que aglutina la añoranza por una comarca que aún palpita con sus gentes, sus tradiciones y su acervo popular.

Nota de los autores: Este año 2020 y a causa de la situación sanitaria, el XIII Día de la Sierra de celebra de una manera virtual con varias iniciativas en las redes.

También el reportaje de Julio Martínez García: La Serranía de Guadalajara no renuncia a su «Día»