Cuando la cultura se convierte en Fundación…

Juan Garrido y Adoración Perea, en uno de los rincones de la Fundación Siglo Futuro
Juan Garrido y Adoración Perea, en uno de los rincones de la Fundación Siglo Futuro

Corría la primavera de 1992. La capital era un hervidero cultural. Ese año surgieron varias iniciativas que calaron en la ciudadanía. Todavía hoy perviven. El Maratón de los Cuentos o la asociación Gentes de Guadalajara –que interpreta anualmente el Tenorio Mendocino– son dos muestras de ello. Un esfuerzo que germinó en una localidad que aún se estaba desperezando de su pasado. A principios de los 90, los empadronados apenas llegaban a los 65.000 y el influjo de Madrid parecía no materializarse.

Sin embargo, hace 26 años se quiso mirar hacia el futuro. El Maratón fue un ejemplo. El Tenorio, otro. Pero, además, hubo un tercer pilar, que también se conserva actualmente. Se trata del Club Siglo Futuro, que ya recibe la calificación de Fundación. Tres personalidades del momento –Juan Garrido, Antonio Herrera Casado y Fernando Álvarez de los Heros– quisieron potenciar la cultura independiente. Y, para ello, impulsaron la mencionada entidad.

Sede de la Fundación Siglo Futuro
Sede de la Fundación Siglo Futuro

Dicho objetivo se alcanzaría a través de charlas, ciclos temáticos, conciertos, mesas redondas, certámenes literarios… Así se pretendía generar reflexión y debate, tanto en la ciudad como en la provincia. Los datos han reflejado este esfuerzo. Más de 1.500 actos organizados, 600.000 espectadores interesados y 4.500 ponentes invitados. Entre ellos, personalidades de prestigio procedentes de diferentes ámbitos. Han intervenido desde escritores a expresidentes, periodistas, historiadores, músicos, filósofos, juristas o actores de primer nivel. Y, muchas veces, con visiones contrapuestas. El intercambio de pareceres estaba asegurado. No es extraño, por tanto, que en algunos casos saltase la anécdota. E, incluso, se han llegado a dar situaciones complicadas…

Una de las primeras tuvo lugar en marzo de 1993, cuando Siglo Futuro apenas contaba con unos meses de andadura. Se organizó una mesa redonda sobre el franquismo en la que intervinieron el exministro de Trabajo Fernando Suárez; los escritores Ángel Palomino y Fernando Vizcaíno Casas; y el histórico militante del PSOE y presidente del Ateneo de Madrid, José Prats. “Se produjeron varios encontronazos entre Vizcaíno Casas y Prats, hasta el punto en que éste último levantó el garrote que llevaba… Casi lo tuve que coger en el aire”, rememora Juan Garrido, presidente de la Fundación. “Esto te da vida”, describe, divertido.

Un poco más tarde, el 10 de marzo de 1994, Santiago Carrillo –antiguo mandatario del PCE– intervino en un acto literario. Presentaba su libro Memorias, en el que realizaba un repaso por su trayectoria, filosofía y circunstancias. “Por aquel entonces, algunos todavía consideraban a Carrillo como el demonio con rabo”, indica el responsable de Siglo Futuro. La polémica estaba servida. “Hubo socios del club que se borraron… Alguno me lanzó el carné a la cara”, añade Garrido.

Juan Garrido y Lázaro Carreter
Juan Garrido y Lázaro Carreter

Pero estos no fueron los únicos ejemplos. Durante una mesa redonda que se programó en 2007, y centrada en el alto el fuego de ETA, también se produjeron tiranteces. En el evento participaron el presidente del Foro de Ermua, Fernando Buesa; los periodistas María Antonia Iglesias y José Oneto; y la política Rosa Díez. Por cuestiones de actualidad, la cita coincidió con una de las huelgas de hambre de Iñaki De Juana Chaos. “El encuentro tuvo lugar en el salón de actos del campus universitario de Guadalajara, que estaba abarrotado de gente, generándose una situación delicada”, señalan los organizadores.

Sin embargo, la mayoría de las veces ha primado el diálogo. Por ejemplo, en 2013 se juntó en una misma tertulia al obispo emérito de San Sebastián, José María Setién, y a Juan José Tamayo, secretario general de la asociación de teólogos Juan XXXIII. Se debatió sobre la Iglesia, el Estado Islámico y el laicismo en España. El encuentro se desarrolló sin mayor problema. “Lo que ocurre es que, en muchas ocasiones, la gente es más abierta de lo que pensamos, y no le importa debatir con personas de opinión contraria”, explica Juan Garrido.

Pero, ¿Siglo Futuro siempre ha atravesado periodos positivos a lo largo de su trayectoria? “Hemos pasado momentos mejores, algunos más difíciles, pero siempre hemos contado con una gran ilusión”, asegura Adoración Perea, vicepresidenta de la entidad. A pesar de ello, la crisis ha golpeado duro. En muy pocos ejercicios su presupuesto se ha reducido drásticamente. Ha pasado de los 200.000 euros anuales a los 70.000.

Felipe González también participó en alguna de las conferencias de Siglo Futuro
Felipe González también participó en alguna de las conferencias de Siglo Futuro

Antes de 2008, había una gran dependencia de los poderes públicos y de las cajas de ahorros. Pero de un tiempo a esta parte, la situación cambió. “De repente, nos vimos desprovistos de parte de estas ayudas. Ya no existían las cajas”, explica Juan Garrido. Además, la colaboración de las instituciones también se vio afectada por la mala coyuntura. “Las administraciones no son las únicas que deben subvencionar la cultura. Ha de ser una cosa de todos”, alegan desde Siglo Futuro.

En consecuencia, se han de revisar las vías de financiación de la Fundación. Los gestores de la entidad hablan de diferentes fórmulas, que pasarían por acudir a los socios, a empresas privadas…

– ¿Se han planteado utilizar la fórmula del crowdfunding? –les pregunto.

– No lo hemos pensado, pero habrá que tocar todos los palos –responde el presidente de la Fundación.

En cualquier caso, pase lo que pase, siempre se ha intentado cumplir con el objeto de la entidad, fundamentado en la reflexión y la pluralidad. “La idea es poder llegar al mayor número de personas posible, de todas las ideologías y edades”, indica Adoración Perea. “Esta filosofía nunca la hemos perdido. Eso sí, lo que intentamos es innovar, abrir el abanico cultural. Pero la esencia la conservamos”, agrega Juan Garrido.

Ana María Matute
Ana María Matute

El paso a la Fundación
En este sentido, Siglo Futuro se mantuvo bajo la fórmula de Club durante 16 años. Pero en 2008 cambió su personalidad jurídica. Pasó a ser Fundación. Cuando se obtuvo la nueva identidad, se aseguró que no se cambiaba de valores. “Pretendemos promover las letras y las artes en general mediante manifestaciones que propicien el buen uso de la lengua española, la música, el teatro y el arte dentro de un marco de diálogo intercultural y de libertad de expresión basado en principios cívicos y sociales propios de la cultura humanista occidental”, se relataba.

Por tanto, se preservó la filosofía de la entidad, aunque se avanzaba en el aspecto institucional. “En el 2008 llegó el momento de la conversión de la estructura asociativa en otra de carácter fundacional que, asentándose en las bases de una misma ejecutoria, aportaría un mayor rigor y estabilidad organizativa”, recuerdan.

En definitiva, la conversión del Club en Fundación supuso un paso adelante en la apuesta realizada por Siglo Futuro. Sus miembros querían seguir defendiendo el conocimiento, la reflexión y el debate. Deseaban continuar siendo un lugar de encuentro para la literatura, la música, la ciencia o el teatro. Pero siempre desde la independencia. “Ser libre es muy difícil. Y, naturalmente, tiene un coste, y es que tú no te configuras con nadie”, confirma Juan Garrido.
Sin embargo, lo fundamental es poder seguir ofreciendo actividades, propuestas e iniciativas a los ciudadanos. “La cultura es lo más importante para una provincia, una región y una nación”, señala Adoración Perea. “Y todo lo que se haga en su favor es poco”, añade. Porque, como dijo Miguel de Unamuno:

«Sólo la cultura da libertad. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no proclaméis la de pensar, sino dad pensamiento. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura»

 

 

Manu Leguineche en una conferencia con Valentin García Yebra
Manu Leguineche en una conferencia con Valentin García Yebra

La figura de don Valentín

Cuando alguien menciona la Fundación Siglo Futuro, a muchos les vendrá a la mente la imagen de Juan Garrido. Pero otros tantos se acordarán de Valentín García Yebra, fallecido en diciembre de 2010. Se trató de una personalidad fundamental para comprender la mencionada entidad cultural. Participó en su creación y llegó a ser el presidente de honor de la misma entre 1992 y 2007.

A lo largo de su trayectoria, este filólogo y traductor leonés ocupó relevantes puestos culturales –fue miembro de la Real Academia de la Lengua– y obtuvo diversos reconocimientos a su labor, tanto nacionales como internacionales. También se involucró en la vida cultural de Guadalajara. Y eso que no fue el primer nombre que se manejó para ocupar el máximo reconocimiento de Siglo Futuro…

“El que inicialmente iba a ser presidente de honor no era Valentín García Yebra, sino Luis Rosales. Pero en aquellas fechas el poeta y ensayista sufrió un ictus y no pudo ser”, explica Juan Garrido. “Él mismo [por Luis Rosales] nos recomendó a Valentín, que era un sabio, de lo mejor que existía en la academia”, rememora.

Y, desde entonces, se mantuvo una muy estrecha relación con él. García Yebra acudía regularmente a la ciudad, para participar en el tejido cultural de la capital. De hecho, se involucró en multitud de iniciativas de Siglo Futuro, en las que intervino como ponente o moderador. Todo un lujo.

La importancia de la Universidad de Alcalá (y de la sede de la Fundación)

La crisis ha cambiado muchas cosas. Entre ellas, la financiación de la cultura. En Siglo Futuro son conscientes de esta situación. Por ello, están buscando fórmulas que transciendan a las administraciones y cajas de ahorro, mecenas casi exclusivos hasta hace no tanto. Sin embargo, existe una institución pública con la que mantienen una magnífica relación. Se trata de la Universidad de Alcalá (UAH).

La UAH siempre ha echado una mano a la Fundación en temas logísticos y organizativos. Incluso, les ha cedido un espacio en el campus de la calle Cifuentes, que funge como sede de la entidad. “Los lazos se han hecho más fuertes, y esperamos que esta relación pueda ir a más”, desean los gestores de la Fundación.

Uno de los rincones de la Fundación
Uno de los rincones de la Fundación

En el lugar de operaciones de Siglo Futuro se aloja una de las bibliotecas de poesía más relevantes de nuestro país. En ella se pueden consultar más de 5.500 volúmenes, tanto del siglo XX como del clasicismo en castellano. “Es casi el único centro de su estilo que existe en Castilla La Mancha y uno de los pocos de España”, asegura Juan Garrido. Además, se trata de un emplazamiento de libre acceso. “Todo el que venga puede consultar los fondos”, agrega Adoración Perea.

Pero la riqueza de este espacio no queda aquí. En dicho lugar también se programan actos culturales más íntimos, como talleres, recitales, presentaciones de libros o el «Foro del Oyente». En el mismo, un sábado al mes intervienen jóvenes intérpretes. “El público asistente puede disfrutar de música en vivo, así como profundizar en las composiciones y entablar conversaciones posteriores en torno a las mismas”, se explica desde Siglo Futuro.

Y, mientras tanto, se puede pasear por los cuatro «rincones» existentes en la sede. Se trata de espacios dedicados a la memoria de nombres de la cultura y la ciencia, como Fernando Borlán, José Antonio Ochaíta, Segundo Pastor o Joaquín Barraquer. En su memoria se exponen diversos objetos y recuerdos personales.

Por tanto, la relación entre la UAH y Siglo Futuro es ejemplar. No sólo por la importante colaboración que ha prestado la universidad en las actividades de la Fundación. También por cederles una sede que se ha convertido en un centro cultural de primer nivel.