Guadalajara: Tierra de Pasión

Pasión Viviente de Hiendelaencina (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)
Pasión Viviente de Hiendelaencina (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)

Este martes, 11 de abril, disfrutábamos de una luna llena magnífica, fastuosa. El cielo rebosaba luz. Era el primer plenilunio tras el equinoccio de marzo. Pero, en realidad, ¿qué significa esto? ¿Nos afecta de alguna forma? La respuesta es afirmativa. Influye en la distribución del calendario. Y no por justificaciones extrañas. Todo lo contrario. Dicha circunstancia astronómica se toma como referencia para determinar la fecha de la Semana Santa.

Los días de comienzo y finalización de esta festividad religiosa son variables. El de Resurrección es el siguiente domingo a la primera luna llena de la primavera. Por ello, si el martes 11 de abril se produjo el plenilunio, el domingo de Pascua será el día 16. Una distribución temporal de evidentes reminiscencias clásicas, que fue tomada por el Cristianismo para desarrollar una de sus celebraciones más importantes: la muerte y resurrección de Cristo.

Pasión Viviente de Hiendelaencina (Foto: Joaquín Latova)
Pasión Viviente de Hiendelaencina (Foto: Joaquín Latova)

En cualquier caso, ésta es una conmemoración de gran relevancia para los creyentes, que se celebra por todo lo alto. Un ejemplo de ello es Guadalajara, donde están teniendo lugar diversos eventos centrados en esta temática, como la Pasión Viviente de Hiendelaencina. Se trata de la representación de las últimas horas de Jesús con más edad de la provincia. “Se lleva haciendo de forma ininterrumpida desde 1972”, confirma el concejal de la localidad, Luis Torrejón.

Los lugares utilizados para la función son los propios espacios existentes en el pueblo. Sobre todo, la Plaza Mayor. Pero también un montículo existente a las afueras del casco urbano –con la sierra del Alto Rey de fondo–, que es donde tiene lugar la crucifixión. El número de colaboradores de esta Pasión puede llegar a los 150, entre actores principales, figurantes y personas encargadas de la logística. Todo ello en un núcleo de apenas 121 habitantes… El municipio entero se involucra.

Pasión Viviente de Hiendelaencina
Pasión Viviente de Hiendelaencina

Una implicación que se ha mantenido durante las últimas cuatro décadas y media, desde los comienzos de esta iniciativa. El párroco Bienvenido Larriba y el maestro Abelardo Gismera adaptaron los diálogos que se declaman en la dramatización. Lo hicieron a inicios de los 70´s. “Estos textos –con algunas pequeñas variaciones– son los que todavía utilizamos hoy en día”, confirma Luis Torrejón. Todo un lujo. Quien quiera conocer de primera mano los entresijos de esta fiesta de interés turístico regional, deberá acercarse a Hiendelaencina el viernes santo, a partir de las 12.15 horas.

Pasión Viviente de Fuentelencina (Foto: Archivo)
Pasión Viviente de Fuentelencina (Foto: Archivo)

Fuentelencina prefiere la noche
Y aunque la Pasión Viviente de Hiendelaencina es la más antigua de la provincia, hay otra que también posee un gran recorrido a sus espaldas. Es la de Fuentelencina. Inició su andadura a comienzos de la década de 1990, gracias a un grupo de entusiastas reunidos en torno a la asociación cultural San Agustín. “Empezamos con muy poquitos medios y, en todos estos años, hemos ido a más”, rememora el actual alcalde de la localidad, Santos López. “Poco a poco esta iniciativa se ha convertido en el buque insignia”, explica el munícipe.

Pasión Viviente de Fuentelencina (Foto: Archivo)
Pasión Viviente de Fuentelencina (Foto: Archivo)

Además, la implicación de los vecinos también es muy importante. Los colaboradores superan los 130. “La práctica totalidad de participantes son del pueblo”, confirma con orgullo José Antonio López, presidente de la asociación San Agustín, una de las entidades organizadoras de la actividad.

Pero si hay algo que define a esta Pasión es su horario nocturno. Comienza a las 21:30 horas y se prolonga hasta las 23:00. “Dejamos Fuentelencina a oscuras. Queremos darle el realismo de la noche”, asegura José Antonio López. Pero, sin luz, ¿cómo se puede realizar la representación? “Encendemos antorchas”, confirma el regidor, Santos López. “Además, utilizamos escenarios naturales que tenemos en el pueblo, como la Plaza Mayor, la carretera –donde hacemos el viacrucis– y un paraje a la entrada de la localidad, ubicado enfrente de la ermita, que es donde realizamos la crucifixión”, añade el presidente de la asociación.

Pasión Viviente de Fuentelencina (Foto: Archivo)
Pasión Viviente de Fuentelencina (Foto: Archivo)

Un buen hacer que ha sido reconocido con la figura de fiesta de interés turístico provincial. Sin embargo, sus impulsores no descartan ir a más. “Son muchas las voces que están reclamando que esta declaración sea de interés regional”, confirma el máximo responsable de la entidad cultural San Agustín. “Pero, de momento, lo que nos importa es que la gente venga, que disfrute y que le guste”, añade.

 

"Los Armaos" de Sigüenza (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)
“Los Armaos” de Sigüenza (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)

Los «armaos» de Sigüenza
Y aunque las de Hiendelaencina y Fuentelencina son, quizá, las Pasiones Vivientes más conocidas de Guadalajara, no son las únicas que se desarrollan en la provincia. También se puede acudir a las de Trillo o Albalate de Zorita. Pero si lo que el viajero desea es participar en otro tipo de iniciativas, hay otras muchas propuestas en Guadalajara durante estas fechas. Entre ellas, los «armaos» de Sigüenza. “Son la figura típica de la Semana Santa seguntina”, confirma Felipe Carrasco, presidente de la Cofradía de la Santa Vera Cruz y del Santo Sepulcro de la localidad.

¿En qué consiste esta fiesta? Para poder responder a la cuestión hay que hacer un breve contexto. En la Cofradía organizadora existen dos tipos de miembros: los hermanos de carga y los de vela. Los segundos son los nazarenos típicos que se observan por todo el país –con su habitual capuchón–, mientras que los primeros se encargan de portar los pasos en las procesiones. Y se caracterizan por su atuendo. “Visten corazas de acero, pica y fajín rojo a la cintura, especie de soldadesca de los tercios de Flandes”, explica José Ramón López de los Mozos. De ahí la denominación de «armaos».

"Los Armaos" de Sigüenza (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)
“Los Armaos” de Sigüenza (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)

Los mismos procesionan durante toda la Semana Santa. Comenzaron el pasado Domingo, día de Ramos, y continuarán a lo largo de las próximas jornadas. Entre sus salidas más llamativas se encuentran la del viernes santo por la mañana, en la que los pasos parten desde cada una de las tres parroquias seguntinas –San Pedro, San Vicente y Santa María–, para confluir en la plaza de Hilario Yabén. Todos juntos se dirigen hasta la ermita de la Vera Cruz.

Además, el viernes por la noche, tiene lugar la procesión del Santo Entierro. Sale de la catedral para llegar al asilo de la ciudad, donde se encuentra la antigua ermita de San Lázaro, anterior sede de la Cofradía del Santo Sepulcro. Al llegar a dicho emplazamiento, “se produce el momento de mayor recogimiento en Sigüenza a lo largo de todo el año”, asegura Felipe Carrasco. Es aquí cuando se escucha el diálogo entre el hermano mayor de la Cofradía y quienes se encuentran al otro lado de la puerta del templo. El cofrade llama dando tres golpes y, desde dentro del santuario, le responden:

Cristo del Descendimiento.- Sigüenza (Foto: Javier Bravo, Prensa Sigüenza)
Cristo del Descendimiento.- Sigüenza (Foto: Javier Bravo, Prensa Sigüenza)

– ¿Quién va?
– Jesús el Nazareno, el Rey de los Judíos –confirma el hermano mayor.
– Jesús el Nazareno, el Rey de los Judíos, que pase –le contestan desde el interior, dando por concluida la conversación.

En este mismo momento, las puertas de la ermita se abren y entra el Santo Entierro. La procesión se introduce en el oratorio…

El origen de los «armaos» data de inicios del siglo XVII. Desde entonces, los vecinos nunca les han dado la espalda. “Sigüenza tiene 4.500 habitantes, por lo que si hay 300 hermanos en la Cofradía, somos un buen número en proporción a la población de la ciudad”, confirma Felipe Carrasco. “Los seguntinos llevan muy a gala las procesiones de Semana Santa. Su asistencia es masiva a las mismas. Son miles de personas las que se acercan a verlas”, complementa.

Cristo del Descendimiento.- Sigüenza (Foto: Javier Bravo, Prensa Sigüenza)
Cristo del Descendimiento.- Sigüenza (Foto: Javier Bravo, Prensa Sigüenza)

Un apoyo que ha impulsado a los cofrades a recuperar este 2017 una tradición que no se realizaba desde el siglo XVIII. Se trata del Descendimiento, una ceremonia que el Obispado prohibió en 1780 a causa del gran bullicio que se producía en la catedral durante la misma. Por ello, tras dialogar con el cabildo catedralicio, se decidió rehabilitar dicho evento, que tendrá lugar el viernes santo por la tarde, justo antes de la procesión del Silencio. “Se bajará a Cristo de la cruz, se le plegarán los brazos [la talla es articulada] y se le introducirá en la urna del Santo Sepulcro, para proceder seguidamente a la procesión del Entierro”, describe Carrasco.

Budia, Los Soldados de Cristo (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)
Budia, Los Soldados de Cristo (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)

A lo largo y ancho de todo Guadalajara
Por tanto, la Semana Santa de la Ciudad Mitrada es una de las más llamativas de la provincia. Sin embargo, en otros puntos de Guadalajara también hay celebraciones de una gran tradición, como los Soldados de Cristo de Budia. Su origen data del siglo XV, aunque desparecieron en la década de 1950. Pocos años más tarde, en 2001, se recuperaron gracias al tesón de los vecinos de la localidad. Y, a partir de ahí, esta propuesta ha conseguido múltiples reconocimientos, como el de fiesta de interés turístico provincial.

Budia, Los Soldados de Cristo (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)
Budia, Los Soldados de Cristo (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)

Los protagonistas de la celebración hacen varias apariciones durante la semana. Por ejemplo, el pasado Domingo de Ramos los 15 «soldados» se repartieron las funciones que desempeñarían en los siguientes días. Más adelante, el jueves santo, acuden a misa, recibiendo al resto de vecinos en la iglesia en formación de pasillo. El viernes también participan activamente en los oficios, portando el sepulcro. Desfilan hasta la ermita de la Soledad. Y cuando la noche cae, se involucran en la procesión de las antorchas, durante cuya duración se apagan las luces del pueblo.

Previamente, los soldados han puesto luminarias en el trayecto, para dar un mayor realce a la celebración.

El sábado vuelven a la carga, preparando una hoguera en el atrio de la iglesia. Allí se bendice el agua y el fuego, y se procede al encendido del cirio pascual. El Domingo de Ramos, los miembros de esta cofradía realizan su última aparición, interviniendo en la procesión del Encuentro. En todas sus participaciones, estos soldados salen con una vestimenta compuesta de traje de pana negro, sombrero de ala ancha, una banda roja y una lanza.

Budia, Los Soldados de Cristo (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)
Budia, Los Soldados de Cristo (Foto: Servicio de Turismo de la Diputación de Guadalajara)

Por tanto, sea de origen Clásico o tamizado por el Cristianismo, es cierto que el fin del invierno es muy celebrado en España. El primer plenilunio de la primavera se aprovecha para festejar la Pasión de Cristo. También en Guadalajara. Y, como se ha observado, son muchas las tradiciones que se conservan. Hay donde elegir. La provincia tiene la suficiente oferta como para regresar año tras año, y siempre conocer algo nuevo. ¿Se animan a venir?

Y la capital, ¿qué?

Procesión de María Santísima Misericordiosa.- Guadalajara Lunes Santo
Procesión de María Santísima Misericordiosa.- Guadalajara Lunes Santo

Si la provincia tiene una variada oferta, la capital no iba a ser menos. Su Semana Santa se encuentra declarada de Interés turístico regional. Y en la misma se puede disfrutar de una decena de procesiones. Algunas ya han tenido lugar, como la de la Borriquilla, la del traslado del Cristo de la Expiración –ambas tuvieron lugar el Domingo de Ramos– o la de María Santísima de la Misericordia, que se desarrolló el lunes. Este último desfile procesional es el más reciente de todos los que se celebran en la ciudad. “En 2017, por primera vez, ha salido la Virgen bajo palio”, indica José Vegas, presidente de la Junta de Cofradías de Guadalajara.

Sin embargo, todavía quedan procesiones por recorrer las calles de la ciudad. El miércoles santo aparecerá la Esperanza Macarena junto a Jesús de la Salud. El jueves harán lo propio los cofrades de Nuestro Padre Jesús Nazareno –a partir de las 19:45– y de la Pasión del Señor, desde las 23:00. El viernes habrá doblete, con la salida del Cristo del Amor y de la Paz por la mañana, y el Silencio y Santo Entierro por la noche. La programación terminará el domingo, 16 de abril, con el Cristo Resucitado.

Un amplio programa con una gran historia a sus espaldas. “La Semana Santa es la tradición más antigua de Guadalajara”, afirma José Vegas. A pesar de ello, desde la Junta de Cofradías de la capital aseguran que la afluencia a los desfiles procesionales no les preocupa. “La respuesta del público no es algo que nos importe mucho. Una cofradía, al salir a la calle, se centra en el aspecto catequético”, explica el presidente de la entidad. “Que haya mucha gente viéndonos ayuda a los cofrades. Es evidente. Pero para nosotros no es lo principal”, concluye.

 

Bibliografía
LÓPEZ DE LOS MOZOS, José Ramón, Fiestas tradicionales de Guadalajara, Guadalajara: AACHE ediciones, 2000.
CONDE, Raúl; De Juan, Ángel: 101 cosas que hacer en Guadalajara, Guadalajara: Editores del Henares, 2016.
Calendario de Fiestas Tradicionales de Guadalajara. www.henaresaldia.com