Los Casares, una cueva sorprendente

La última campaña de investigación sobre el terreno terminó hace apenas medio mes. Estos trabajos se prolongaron durante varias semanas. Sin embargo, a partir de ahora se han de realizar todos los análisis de los materiales recuperados. En su desarrollo intervendrán especialistas tanto españoles como extranjeros. Sobre todo, europeos. De esta forma se seguirán mostrando los secretos de uno de los yacimientos más importantes de Guadalajara. Se trata de la cueva de Los Casares, cuya relevancia transciende los límites provinciales.

De hecho, se constituye como un punto fundamental para desvelar los secretos del poblamiento prehistórico a nivel peninsular. En este sentido, una de las finalidades de las excavaciones ha sido la “documentación de la ocupación humana” tanto durante el Paleolítico Medio –momento en el que los neandertales habitaban en la zona– como a lo largo del Paleolítico Superior, correspondiente al auge del «homo sapiens sapiens» u hombre moderno.

Más concretamente, los mencionados trabajos “se han centrado en encontrar presencia de los humanos existentes en la época en la que se elaboraron los grabados de la cavidad, ya que hasta la fecha no había restos enterrados que se pudiera relacionar con esta actividad”, aseguraron los investigadores a pie de excavación.

“Tenemos buenas perspectivas en cuanto a los sondeos. De hecho, hemos analizado varios niveles [arqueológicos] que podrían estar vinculados con la confección de los grabados de la primera sala de la cueva. Parecen restos de humanos analíticamente modernos, pero tenemos que esperar a la conclusión cronológica, que se dataría mediante el Carbono 14”, señala Javier Alcolea, uno de los responsables de las intervenciones en Los Casares.

De hecho, el equipo de trabajo ha estado comandado por el propio Alcolea y por Manuel Alcaraz, adscritos a la Universidad de Alcalá. Sin embargo, en el proyecto también han colaborado investigadores de otras instituciones. Entre ellas, el CSIC, el Museo del Neandertal –radicado en Alemania– o varias universidades europeas, como la Complutense, la Autónoma de Madrid, la de Zaragoza, la de Colonia o la de Oxford.

Una cooperación que ha permitido que, a su vez, se emprendiera un “estudio detallado y científico de los grabados y pinturas de la caverna”. Esta labor ha podido ser ejecutada gracias a diferentes procesos tecnológicos, basados –entre otros recursos– en la fotografía digital o en el láser escáner 3D.

“Ya se comenzó el año pasado con estas técnicas y lo que se ha hecho ha sido la actualización de la documentación planimétrica mediante la utilización de estaciones robotizadas y de escáneres 3D”, confirma Javier Alcolea. “Esto se ha complementado con un estudio pormenorizado de cada una de las paredes de la cueva”, añade.

Gracias a estos procedimientos, las pesquisas han arrojado unos resultados iniciales muy positivos. Más concretamente, se han observado “muchísimas más figuras de las conocidas, así como superposiciones de grabados hechos en diferentes periodos y pinturas rojas y negras que estaban bastante deterioradas”, confirman desde el equipo de investigación.

Estas primeras conclusiones “permitirán ofrecer una imagen de la cavidad y de su contenido gráfico totalmente distinta”, confirman desde la Universidad de Alcalá. Sin embargo, todavía quedan tareas por hacer. “Este otoño vamos a seguir visitando la cueva para continuar el trabajo de documentación gráfica y para realizar algunas cuestiones y análisis que quedaron pendientes en las catas que hemos abierto este año”, corrobora Javier Alcolea.
– Todos ellos son objetivos muy ambiciosos. Pero, ¿de dónde procede el dinero que permite la realización de las mencionadas campañas arqueológicas?

– La financiación es variada –confirma Javier Alcolea–. Actualmente tenemos en curso dos proyectos. El primero es internacional y se encuentra respaldado por el Consejo Europeo de Investigación Científica, mientras que los medios de la segunda iniciativa proceden del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

A estas aportaciones se debe sumar el dinero procedente de la Junta de Comunidades de Castilla–La Mancha. “El año pasado trabajamos fundamentalmente con estas ayudas [autonómicas]”, confirma Javier Alcolea. “En cualquier caso, para nosotros la financiación no es un problema en la actualidad, ya que la procedencia de los recursos es variada, como corresponde a un lugar de la importancia de este yacimiento”, subraya el investigador.

La relevancia de Los Casares se basa, por un lado, en contener uno de los poblamientos más recientes de los neandertales en la Península Ibérica. Y, por otro, en el arte rupestre existente en sus paredes, en el que se pueden observar un conjunto de grabados, grafías y pinturas de gran transcendencia.

Los Casares
Este yacimiento se encuentra en las proximidades de Riba de Saelices, un municipio de la provincia de Guadalajara. “La cueva está localizada en la ladera del monte Mirón, a una altura de 1.050 metros. Desde su boca se puede divisar tanto el valle que se abre aguas abajo del río Linares como el encajonamiento que se produce aguas arriba del mismo. Por tanto, su posición de control del territorio circundante es privilegiada”, aseguran los investigadores Alberto Mingo, Jesús Barba, Miguel Ángel García y Ricardo Berzosa.

Por ello, no es extraño que en las proximidades de la gruta existieran poblamientos desde el Paleolítico. Pero también durante periodos muy posteriores. Por ejemplo, hay rastros de la época árabe. Más concretamente, de un poblado hispano-musulmán conservado en el exterior de la caverna, que se constituye como “un yacimiento de ladera, en el que lo más visible es una torre que se ubica sobre la boca de la gruta”, añaden los historiadores.

Sin embargo, no se conocen a ciencia cierta las funciones que poseía dicho asentamiento, aunque existen indicios al respecto. “Pudo servir de base a una guarnición militar cuyo objetivo sería controlar el territorio circundante, en el que vivía una población bereber que era necesario vigilar por su carácter levantisco y poco dado a aceptar la autoridad central cordobesa”, narraban García-Soto, Ferrero y Guillén.

“Hasta el momento, se han excavado exclusivamente algunas viviendas y otros puntos [de este antiguo «enclave poblacional»], pero es un espacio que –en su conjunto– posee mucho potencial”, confirman los arqueólogos. De hecho, en la zona también se han encontrado restos de las Edades del Cobre y del Bronce e, incluso, del Bajo Imperio Romano…

En cualquier caso, las principales investigaciones que se están desarrollando actualmente en el lugar se ejecutan dentro de la caverna. “Los Casares contienen en su interior el mejor arte paleolítico español después de las cuevas de Altamira, con grabados de más de 30.000 años de antigüedad”, confirmaba Aroa Gutiérrez Alonso en su tesis doctoral.

No obstante, Javier Alcolea amplía la cronología del conjunto del yacimiento. La misma “iría entre aproximadamente unos 60.000 años hasta hace unos 20.000 años”, calcula el investigador. “Se trata de un periodo relativamente extenso”, manifiesta.

Sin embargo, esta amplitud temporal no es óbice para que se hayan desarrollado diversas prospecciones contemporáneas en la cueva. “Llevamos trabajando en el lugar desde 2014 y hemos avanzado bastante en el conocimiento atribuible a los neandertales [que habitaron dicho emplazamiento]”, confirma Alcolea.

Por ello, la Junta de Comunidades de Castilla–La Mancha, titular administrativo del espacio, siempre ha concedido el permiso para excavar en la caverna. “Desde este punto de vista nunca hemos tenido ningún problema. Todo lo contrario. La colaboración ha sido plena por parte de dicha administración”, concluye Alcolea.

Así, y gracias a los esfuerzos de todas las partes involucradas, los investigadores podrán seguir desvelando los secretos contenidos en Los Casares. Un complejo con una gran relevancia científica, cuyos resultados permitirán conocer un poquito más la historia de la humanidad. Algo que es fundamental, ya que nuestro pasado es muy relevante. Porque, tal y como señaló el poeta escocés Robert Burns:

«La historia es cuestión de supervivencia. Si no tuviéramos pasado, estaríamos desprovistos de la impresión que define a nuestro ser»

Bibliografía
García-Soto Mateos, Ernesto; Ferrero Ros, Susana; Guillén Álvarez de Sotomayor, Adolfo. “Los Casares, un poblado hispanomusulmán en las serranías del norte de la provincia de Guadalajara”. Investigaciones arqueológicas en Castilla-La Mancha, 1996-2002, 2004, 395-408.
Gutiérrez Alonso, Aroa. Representación Morfométrica de Grabados y Petroglifos: Nuevas Tecnologías y Procesos en el Tratamiento Digital de Imágenes RGB. Tesis (Doctoral): E.T.S.I. en Topografía, Geodesia y Cartografía (UPM), 2017.
Mingo Álvarez, Alberto; Barba Rey, Jesús; García Valero, Miguel Ángel; Berzosa del Campo, Ricardo. “El yacimiento prehistórico de Los Casares (Riba de Saelices, Guadalajara): revisión del material lítico y cerámico depositado en el Museo Arqueológico Nacional y sus implicaciones crono-culturales”. Quaderns de prehistòria i arqueologia de Castelló, 32, 2014, 21-42.