Los reyes también llegan a Bustares

No podían faltar. Sus Majestades de Oriente han recorrido la provincia entera. Desde Sigüenza a Molina de Aragón, pasando por Azuqueca de Henares, Cabanillas del Campo, Marchamalo o Guadalajara capital. Incluso, se han dejado ver por los pueblos de la serranía arriacense. Y para muestra, el caso de Bustares, un municipio enclavado a los pies del Alto Rey. Allí, como es habitual, a media mañana del sábado, 6 de enero, Melchor, Gaspar y Baltasar –acompañados por sus respectivos pajes– llegaban hasta esta población de apenas 68 habitantes empadronados, según la última actualización ofrecida por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los Reyes de Oriente aparecían por una de las principales calles de la localidad, con dirección a la iglesia parroquial de San Lorenzo. Durante su recorrido –que hicieron a pie– fueron saludando a todos los asistentes. Especialmente, a los más pequeños, que se mostraron emocionados al conocerlos en persona. Una vez en el templo de la localidad, la tríada de magos –y sus acompañantes– asistieron a la tradicional misa de Epifanía, que se prolongó durante casi durante una hora. Allí estuvieron Sus Majestades, impertérritos, a pesar del cansancio del viaje.

Tras el evento religioso, llegó el momento más esperado. Los monarcas salieron a la calle y se sentaron en la puerta principal del santuario, donde repartieron los regalos a todos los asistentes, que se contaban por decenas. Los tres representantes orientales contaron –en todo momento– con la inestimable ayuda de sus pajes, que iban anunciando quién debía recoger cada dádiva obsequio. Fueron unos minutos en los que reinó la algarabía, la felicidad y el buen humor.

Sin duda, la llegada regia a Bustares fue un magnífico colofón a unas Navidades que, en este municipio, se han definido una gran variedad de actos. Entre ellos, la ronda y fogata de Nochebuena, la toma de las uvas de fin de año en el bar del pueblo, o la degustación comunal de roscón, que tuvo lugar el pasado viernes, 5 de enero. Unas actividades en las que han colaborado todos los vecinos, así como la asociación cultural La Hincadera.

Bustares
De la mencionada población serrana destaca su trama urbana, que tiene como centro neurálgico la plaza Mayor. Este espacio está presidido por la iglesia de San Lorenzo, del siglo XIII, en la que se distinguen restos románicos. Entre ellos, su portada, que “se inscribe en un cuerpo saliente de sillares blancos y se resuelve con tres arquivoltas de medio punto, decoradas con bisel y cordoncillos, apoyadas en una cornisa que da paso a las columnas, formadas por capitel de decoración vegetal sobre fustes lisos”, describen los investigadores Esther Alegre y Tomás Nieto.

También de estructura románica es la espadaña triangular, que se alza sobre el muro de poniente del templo. Además, dentro de la parroquia se suceden algunos elementos de gran interés, como la talla de la Virgen de la Trapa, realizada en alabastro y con más de dos siglos de historia. Asimismo, se debe mencionar la cruz procesional, una obra del siglo XVI labrada en plata. Incluso, algunos autores señalan que en esta iglesia puede yacer el cuerpo de Juan José Arias de Saavedra, tutor de Gaspar Melchor de Jovellanos…

A pocas manzanas del santuario se sitúa la fuente vieja, construida durante el reinado de Carlos IV. Todo este patrimonio habla de la historia del lugar. “La localidad perteneció a la tierra de Atienza, apareciendo en documentos del siglo XIII. Posteriormente, quedó inclusa en el Sesmo del Bornoba, del Común de Villa y Tierra de Jadraque, con el que pasó a manos de los Mendoza. Y en ellas estuvo hasta la abolición de los señoríos en 1812”, describen los expertos Antonio Herrera Casado, Luis Monje Arenas y José Antonio Alonso.
Pero lo realmente coqueto es el conjunto urbano bustareño. “La tipología de los edificios es de dos plantas y cámara bajo cubierta. Además, y como ocurre en otros núcleos de la zona, se observa una sustitución de la piedra original de las cubiertas por teja curva, manteniéndose la primera en los aleros y sobre los muros piñones”, explican los especialistas.

Bibliografía.
ALONSO RAMOS, José Antonio, HERRERA CASADO, Antonio, y MONJE ARENAS, Luis. La Sierra de Guadalajara, paso a paso. Guadalajara: AACHE Ediciones, 2012.
HERRERA CASADO, Antonio, TOLEDANO IBARRA, Ángel Luis, y GONZÁLEZ ESPLIEGO, Luis Antonio. La Romería del Santo Alto Rey. Guadalajara: AACHE Ediciones, 2019.
NIETO TABERNÉ, Tomás, y ALEGRE CARVAJAL, Esther. Guía de la Arquitectura Negra de Guadalajara. Guadalajara: AACHE Ediciones, 1998.