Nuño Beltrán de Guzmán, en la otra Guadalajara

Busto dedicado a Nuño Beltrán de Guzman en el Guadalajara (españa)
Busto dedicado a Nuño Beltrán de Guzman en el Guadalajara (españa)

Es, la historia y vida de don Nuño Beltrán de Guzmán, una de esas que apetece leer en las novelas históricas a la moda de nuestros tiempos; ver reflejada en una de las series, de moda también; o a través de las pantallas de cine, en cualquiera de nuestras salas. La historia de un hombre que a punto estuvo de forjar un imperio, y, si no lo hizo, al menos forjó una ciudad: Guadalajara; la Guadalajara de Jalisco; una de tantas guadalajaras que florecieron al otro de mares y océanos; cuando el mundo se expandía y los hombres, en busca de gloria o fortuna, buscaban también dar, en cualquier tierra o continente, súbditos a su corona, tierra a su rey, y devotos a su religión.

Don Nuño nació en Guadalajara, la nuestra, la capital de la Alcarria, hacía el año de gloria de 1490, cuando el reino de Castilla florecía y a punto estaba de lograr, fuese como fuese, la unificación de los peninsulares bajo la corona de los Reyes Católicos. Fue hijo, don Nuño, de otro personaje de la Guadalajara histórica de aquel tiempo, don Hernán Beltrán de Guzmán, señor de algunos mayorazgos alcarreños, por Pastrana, Valdenoches o Iriépal.

Guadalajara Jalisco.- Catedral

Don Nuño, como hombre de su tiempo, pasó pronto a formar parte de los ejércitos reales, si bien su verdadera historia, la que nos llega y lo comienza a hacer grande para las páginas del libro de la memoria se inicia el 4 de noviembre de 1525, cuando es nombrado gobernador en aquella Nueva Tierra que puso Cristóbal Colón bajo el amparo de la corona de Castilla. En esa fecha nuestro don Nuño será nombrado Gobernador de la provincia de Pánuco, en el Golfo de Méjico, actual estado de Veracruz, y tierras limítrofes, cuando los reinos peninsulares se extendían por el Nuevo Continente. Para gobernar aquellas nuevas tierras salió nuestro hombre desde el puerto de Sanlúcar el 14 de mayo de 1526 para, tras una travesía que no parecía tener fin, desembarcar en el actual Pánuco, entonces Santisteban del Puerto, un año después, el 24 de mayo de 1527.

La Historia nos dice que entre las acciones llevadas a cabo en su nuevo cargo se encontraron la promulgación de ordenanzas para la regulación de algunos aspectos de la vida político y administrativa, con algunos de cuyos aspectos no estarían de acuerdo sus enemigos, que lo acusaron de mala gestión, llevándole al habitual juicio de residencia. Ordenándosele regresar a España a fin de rendir cuentas. Ocuparía a partir de aquí un nuevo cargo, el de Presidente de la Audiencia de Nueva España.

Poco después se propondría el descubrimiento de nuevas tierras a través de la costa del Pacifico, tratando de emular el papel de Hernán Cortés a través de una buena parte de Méjico, llegando al actual estado de Michoacán y posteriormente hacia Jalisco, entrando en Tonalá el 25 de marzo de 1530, continuando hacia el norte para llegar a Zacatecas, abarcando en su recorrido un gran territorio en busca de la ideada y fantástica ciudad de las amazonas.

Guadalajara Jalisco.- Edificio del Gobernador

Su historia personal nos dice que “El domingo día del Espíritu Santo, de nuevo Nuño pasó el río y, de forma simbólica “con las ceremonias que se acostumbran”, tomó posesión de aquel extenso territorio y en su condición de presidente de la Audiencia puso al río el nombre del “Espíritu Santo” y a las tierras descubiertas conquista del Espíritu Santo de la Mayor España”; tierras que posteriormente se bautizaron como Nueva Galicia, mediante cédula real de 25 de enero de 1531; de las que sería nuevo gobernador. Después de ser despojado del de Pánuco en 1533.

Regresó a España a partir de 1535; sus enemigos, entre los que se encontraban el propio Hernán Cortés, buscaron alejarlo del poder y enfrentarlo al emperador Carlos I, lo que de alguna manera lograrían, pues pasaría el resto de su vida esperando órdenes del Rey, reconocimiento de sus acciones, o el pago de sus salarios, que al parecer nunca le llegaron.

Todo ello lo puso en letra cuando redactó su testamento, a través del cual dejó sentadas cuales fueron sus acciones, y las ciudades que fue fundando a lo largo y ancho de las tierras exploradas por él y cuantos le siguieron: Jalisco, Culiacán, Mazatlán, Tépic, Nayarit, Ciudad Valles…

También fundó, en honor y gloria de su ciudad natal, la Guadalajara de Jalisco, su Guadalajara, que habría de convertirse en la capital del Nuevo Reino de Galicia. La primera fundación de una ciudad a la que seguirían tres fundaciones más.

Guadalajara Jalisco.- Letras de Guadalajara

La historia cuenta mucho más de Nuño Beltrán de Guzmán, en tierra de conquista, de guerra, de dar súbditos a su corona, tierra a su rey y devotos a su religión; pero esa es ya parte que corresponde a otra Historia, a otro libro, a otra novela que cuente sus hazañas y venturas; a esa cinta que a través de la pantalla nos lo muestre, espada en mano, librando la batalla de la Historia, abriéndose paso entre la espesura inmensa de una selva sin principio ni final.

Don Nuño Beltrán de Guzmán murió en España, se dice que en Torrejón de Velasco, con posterioridad a 1550. En su testamento pedía ser enterrado en Guadalajara, su ciudad natal; a sus herederos, en lugar de la gloria de sus expediciones, les dejó en herencia las deudas que contrajo; se cuenta que ni para pagar su entierro tenía dinero; otros de quienes le acompañaron en su aventura gozarán de riquezas hasta más allá del fin de sus días.

Suele suceder. El Cielo, y la Historia, juzguen a unos y otros, a sus personas y sus actos.

Don Nuño Beltrán de Guzmán, explorador, militar y conquistador, nació en Guadalajara en torno a 1490; murió, probablemente, en Torrejón de Velasco (Madrid), en torno a 1550.