Quesitos seguntinos, el mejor disfraz de carnaval en 2018

Quesitos seguntinos, el mejor disfraz de carnaval en 2018
Quesitos seguntinos, el mejor disfraz de carnaval en 2018

Cerca de doscientas personas se vistieron para el desfile de carnaval, amenizado por una batukada seguntina, concretamente perteneciente a la banda de cornetas y tambores de la Cofradía de la Veracruz. Hubo diez actuaciones de grupo y otras tantas individuales y de parejas

Los Quesitos seguntinos fueron nombrados anoche el mejor disfraz grupal de 2018 en el carnaval de Sigüenza. Pese al frío que hacía en la tarde de ayer en la ciudad del Doncel, fueron más de doscientas personas de todas las edades las que decidieron vestirse con variopintos y originales atuendos.

Se notaba que habían sido muchas las horas dedicadas a trabajarlos en grupo, pasándolo tan bien, como ayer mostrándolos en público. Fueron dos niños, Samuel y Ruth Plaza, que formaron parte del grupo que ganó el año pasado el concurso, quienes recitaron unas coplillas compuestas para la ocasión. “Seguntinas, seguntinos, ha llegado el carnaval, dejad atrás los problemas, y vamos a disfrutar. Suena ya la batukada, Los tambores, el timbal, las maracas y el silbato, vamos todos a bailar. Saca todo del armario, la peluca, el antifaz, las plumas, el maquillaje, el mono o el delantal. Y cada uno que sueñe, lo que le guste soñar, que por eso vais metidos, cada uno en su disfraz. Así que invitamos hoy a todos, los que escucháis el pregón, a disfrutar de esta fiesta, con ganas y con ilusión, mientras el carnaval dure, no dejemos de soñar, que dentro de cuatro días, toca otra vez estudiar. Soñemos hoy todos juntos, porque carnaval llegó, que toda la vida es sueño, y los sueños… vida son”.

Fue la banda de cornetas y tambores de la Cofradía de la Veracruz de Sigüenza, la que, en esta ocasión convertida en batukada, acompañó la celebración y el desfile por las calles de la ciudad. Partiendo de la Plaza Mayor, continuaron por Cardenal Mendoza, hasta la Plaza de don Hilario Yabén para, por la Avenida de Madrid, llegar al Polideportivo del Colegio San Antonio de Portaceli. De regular el tráfico y velar por la seguridad del desfile se encargó la Policia Local, Guardia Civil, además de los voluntarios de Protección Civil de la ciudad.

Pasadas las seis y media de la tarde, la comparsa carnavalesca llegaba hasta el polideportivo del Colegio. Allí, y con Oscar Hernando como maestro de ceremonias, comenzaban las actuaciones. El concurso de disfraces comenzaba con las actuaciones individuales y en pareja, después de que la batukada seguntina caldeara el ambiente con el frenético ritmo de sus tambores. Entre los participantes, un explorador del siglo XIX, un cubilete de palomitas de maíz, muy familiar, unos pollitos seguntinos, e incluso una pequeña vampira.

A continuación, tomaron el relevo los grupos. Hubo hasta diez diferentes. Todos hicieron su desfile, que en algunos casos llevaba aparejada incluso su propia coreografía o representación. Sobre el parqué, legionarios romanos, un menú completo de comida rápida, superchicas, relojes que marcaban la hora del carnaval, un gran flautista de Hamelin y sus ratoncitos, piezas de lego, la hora del carnaval y sus pequeños relojes, guitarristas rockeros y sus instrumentos, la versión seguntina de Curro Jimenez, con tres amazonas a caballo e incluso unas superchicas con superpoderes. Después de que el jurado, integrado por representantes de diferentes asociaciones de la ciudad y presidido por Sonsoles Arcones, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza, deliberase, finalmente los ganadores fueron, en categoría individual y parejas, dos botargas seguntinas, con cencerros incluidos. En grupos, el premio fue para una completa caja de quesitos El Caserío.