El Tenorio Mendocino volvió a las calles de Guadalajara

Una noche otoñal para disfrutar, una ciudad acogedora y unos espacios dignos de visitarse, tanto de noche como de día. Guadalajara se volcó de nuevo con la manifestación cultural que marca el inicio del otoño: la representación del Tenorio Mendocino en lugares y espacios de la Familia Mendoza como la Plaza de Santa María, el Palacio de la Cotilla, el Convento de la Piedad (IES LIceo Caracense), el Patio de los Leones y los jardines del Palacio del Infantado, dieron vida y acogieron durante una noche a la “troupe” de los Mendocinos.

La primera escena, la Hostería del Laurel donde tienen su cita don Juan Tenorio y Don Luis Mejía, se sitúa como ya es tradicional, salvo en contadas ocasiones, en la plaza de Santa María. Previo a la primera escena hubo música, bailes y merienda típica con chorizo, caldo y vino.

Tras rendirse las cuentas entre don Juan y don Luis comienzan las andanzas del primero; en primer lugar enamorar a doña Ana de Pantoja, prometida de don Luis y una de las apuesta del Tenorio y después violentar las tapias del convento y llevarse a doña Inés a su quinta.

El público corría de un lado a otro; del convento a la quinta de don Juan, vuelta al cementerio y rápidamente ir a la casa de don Juan, para terminar, de nuevo, tras asistir al cortejo fúnebre del protagonista, en el cementerio y deleitarse con la última escena, donde don Juan yacerá en el mismo lecho que dona Inés. Todo este paseo por las calles de Guadalajara lo hicimos saludando varias veces a la estatua del Comendador don Gonzalo de Ulloa y por lo tanto recordando a Javier Borobia.

El Tenorio Mendocino mueve muchos espectadores, que van de escena a escena para coger el mejor sitio y esta noche, los rezagados, los que no pudieron ver anoche la primera representación tienen una nueva oportunidad. A las 9 en la Hostería del Laurel (Plaza de Santa María).

Por último, y que decir de la puesta en escena, magnífica como siempre, con una nueva dirección que ha sabido captar la esencia del texto de Zorilla. Los actores en su punto, tanto las dos jóvenes que interpretaban a doña Inés como los respectivos don Juanes, e incluso la nueva Brígida, que sin quererse parecer a Josefina Martínez, la Brígida tradicional, supo darle un nuevo carácter a su personaje. Don Luis, el Comendador don Diego tenorio, los alguaciles, Centellas, Avellaneda, Chuiti…, en fin todos los participantes, hicieron de nuevo un gran tenorio.

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