Cifuentes, tierra de agua e historia

Cifuentes. La Balsa
Cifuentes. La Balsa

El viajero de hoy ya no despliega un mapa de carreteras para saber la ubicación de Cifuentes, para saber porque carreteras hay que ir. El viajero de hoy coge su Smartphone, su Tablet o teclea en Google la palabra “Cifuentes”. En internet ya tiene todo, como ir, que ver, donde comer, historia, cultura, todo ello con estupendas fotografías.

Ir a Cifuentes es como retroceder varios siglos en el tiempo, volviendo a épocas históricas en las que el municipio alcarreño consiguió un gran protagonismo gracias a la vida y avatares de personajes como el Infante Don Juan Manuel, la Princesa de Éboli o El Empecinado. Huella histórica que aún hoy es perceptible en la localidad de las ‘cien fuentes’, pues está salpicada de edificios como su castillo, el Convento de San Francisco, el Convento de Santo Domingo, la Iglesia del Salvador, la Ermita del Remedio y un etcétera de monumentos que permiten presumir al pueblo de un extenso patrimonio cultural.

El viajero del siglo XXI con su smarphone callejea por el pueblo y localiza rápidamente la plaza Mayor, triangular y originaria, muy probablemente, de la Edad Media, mantiene hoy el espíritu de intercambio y encuentro propio de su creación.

El comercio, la hostelería, las celebraciones y festejos siguen tomándola como escenario, de forma que irradia una intensa vida diaria. También es ésta el punto de partida perfecto para cualquier viajero, que enseguida querrá acceder, a través de unas anchas escalerillas que parten de la misma plaza, al conjunto histórico-artístico compuesto por la Iglesia de El Salvador y su magnífico pórtico románico, uno de los mejores ejemplares de la provincia; el Convento de Santo Domingo y su Claustro Dominico de San Blas, hoy restaurados y convertidos en espacio museístico y dependencias destinadas a celebraciones; y la Casa de los Gallos, un magnífico restaurante en la actualidad. Desde esta misma privilegiada ubicación se puede disfrutar del mirador desde el cual se observa una bonita panorámica cifontina, con su castillo, el de Don Juan Manuel, de fondo.

Hacia el otro lado de la plaza Mayor también hay mucho que ver. Partiendo por la calle del Remedio se llega a la Ermita del mismo nombre, que, antiguamente, también constaba de un hospital. De la parte hospitalaria hoy sólo se conservan las arcadas de uno de los lados del patio, integradas en la actualidad en un agradable parque que acoge numerosos conciertos y actuaciones culturales.

A pocos metros de esta ermita, a través de la calle también nombrada como el monumento que acoge, el turista se encuentra con el Convento de San Francisco, un edificio con planta en forma de U y orígenes en el siglo XV, cuyos usos contemporáneos –escuela, teatro, cine y otras dependencias municipales- distan de aquéllos para los que fue concebido. Merece la pena una visita, sobre todo por la conservación de la antigua puerta de acceso a la Iglesia, el elemento de mayor valor artístico del conjunto. En los últimos años, el convento se ha sometido a un proceso de restauración que persigue convertirlo en un gran centro cultural.

Castillo de Don Juan Manuel, en Cifuentes. // Foto: Turismo Castilla-La Mancha.

Los restos de muralla aún visibles y la Puerta Salinera -la única de las cuatro de acceso a la villa que se erigieron cuyos restos aún se conservan- dan muestra de más vestigios de un prolijo pasado cifontino. El castillo fue erigido por el Infante Don Juan Manuel en 1.324; sin embargo, la estructura, de planta cuadrada y cuatro torres en sus esquinas, sigue siendo el símbolo más representativo del municipio alcarreño. Merece la pena ascender el pequeño cerro que lleva a sus ruinas, aunque sólo sea para contemplar cómo el paso del tiempo y las guerras han convertido en escombros lo que otrora fue representación de poder y fuerza. Actualmente se está procediendo a una impecable restauración del edificio.

Pero Cifuentes no es sólo historia, es uno de los municipios más grandes e importantes de la Alcarria y, además, un lugar agradable por el cual pasear. El agua está muy presente en el pueblo, por lo que es un placer recorrer la zona conocida como Los Manantiales, que no es otra cosa que el mismo nacimiento del río Cifuentes manando del corazón de la villa. Su agua corre hasta llegar a La Balsa, otro reducto seminatural en pleno casco urbano municipal que dota al pueblo cifontino de otro encanto más.

Buenos momentos para visitar Cifuentes son su Feria Tradicional, a finales de octubre, en la que se rememoran otros tiempos de trueques y compra-venta de ganado; sus Ferias del Cristo de la Misericordia, a mediados de septiembre; o unos días antes, cuando el pueblo camina en romería hasta la Cueva del Beato, donde los cifontinos veneran a su Virgen de Loreto.

Lo que no te debes de perder de Cifuentes
8 DE SEPTIEMBRE. ROMERÍA A LA CUEVA DEL BEATO
Es una de las fiestas que con más cariño viven los cifontinos. La Romería a la Ermita de la Virgen de Loreto, también conocida como la Cueva del Beato por la leyenda que alberga el paraje, se celebra cada 8 de septiembre y se convierte en una jornada de encuentro, de convivencia y de alegría para los vecinos del municipio. Además de caminar hasta el lugar, que se encuentra a unos kilómetros de Cifuentes, los cifontinos celebran juntos una merienda, una subasta y pasan la jornada bailando y cantando en este emblemático espacio. Se trata de una fiesta declarada de Interés Turístico Provincial.

14 DE SEPTIEMBRE. FIESTAS DEL CRISTO DE LA MISERICORDIA
Como en todo pueblo de la Alcarria que se precie, las fiestas patronales, la Semana Grande del municipio es lo más esperado por los vecinos. En Cifuentes se celebran en el entorno del 14 de septiembre, festividad del Santísimo Cristo de la Misericordia, patrón del municipio. Actos religiosos, culturales, infantiles, taurinos y profanos se mezclan en unas jornadas de diversión y alegría en las que gozan de especial protagonismo los encierros matutinos por las calles, el Festival Taurino –que ya ha superado su XXX edición- y el encierro por el campo, al que acuden miles de personas llegadas de toda la provincia y fuera de ella.

ÚLTIMO FIN DE SEMANA DE OCTUBRE. FERIA TRADICIONAL
Todo el pueblo se vuelca y participa activamente. Éste es quizá el aspecto más relevante y el que sella el éxito, año tras año desde su recuperación, de la Feria Tradicional que Cifuentes acoge el último fin de semana de octubre. La villa regresa al medievo para rememorar la vida en aquel tiempo. Exposición de ganado, exhibiciones de cetrería, demostraciones de oficios tradicionales, degustaciones de la gastronomía de la tierra, artesanía en la calle y otras muchas actividades lúdicas y culturales se funden en dos días en los que Cifuentes se llena a rebosar.

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