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Al menos diez inmuebles más del casco histórico de Guadalajara corren riesgo de ser derribados y sumarse a la larga lista de solares –en torno a un centenar- que llenan el centro de la ciudad. Todos ellos presentan una característica común: sus propietarios han dejado ventanas abiertas o, incluso, han provocado boquetes por los que entran palomas y humedades para acelerar su deterioro, contando con la permisividad del equipo de Gobierno municipal de Antonio Román.
Manuel Granado, concejal del PSOE, ha denunciado esta situación junto a uno de estos edificios, tras elaborar una ficha descriptiva del valor y estado de cada uno de estos edificios, que ha presentado al equipo de Gobierno a través del registro municipal, con la intención de que se tomen medidas para “frenar el deterioro deliberado al que están siendo sometidos por sus propietarios, porque el equipo de Gobierno tiene la obligación moral y política de evitar que el casco histórico siga siendo arrasado”.
El edil socialista ha añadido que “el equipo de Gobierno tiene herramientas para hacer un seguimiento de cómo están los edificios vacíos y obligar a hacer cerramientos o ayudar a la rehabilitación”, pero “en lugar de eso, siguen aumentando los derribos de inmuebles en el casco histórico, donde ya hay un centenar de solares, una cifra que es una vergüenza, porque no ha habido un terremoto, sino que es consecuencia de la desidia de los propietarios y la complicidad del equipo de Gobierno municipal”.
“De momento son diez fichas, pero por desgracia nos tememos que van a seguir sumándose nuevos edificios que deliberadamente se dejan deteriorar para acabar siendo declarados en ruina y derribados”, ha advertido Manuel Granado, quien ha señalado que “el equipo de Román habla de dinamizar el casco histórico, pero lo que están haciendo es dinamitarlo, ya que no se ve por ningún sitio que se esté rehabilitando patrimonio, ni que se esté construyendo nada en solares, que cada vez son más numerosos”.
El concejal del PSOE también ha llamado la atención sobre que “algunos de estos edificios están muy próximos al palacio del Infantado, que todos queremos que sea declarado patrimonio de la humanidad, objetivo al que no ayuda tener un entorno tan deteriorado por la complicidad del equipo de Gobierno con algunos propietarios que no mantienen los edificios de forma adecuada”.
La lista de los diez edificios en los que se han dejado aberturas que aceleran su deterioro, lo que aumenta el riesgo de que sean derribados, sobre los que el Grupo Socialista ha elaborado estas fichas descriptivas es la siguiente:
– Palacio de los Miralrío (cuesta de Dávalos, 5). Casona del siglo XVI, con reformas en 1872, destacando el escudo nobiliario en la fachada principal. Se han dejado abiertas las ventanas.
– Edificio de la calle Benito Chávarri, 12. Casa solariega de 1890 con forja en balcones, mirador de gran valor por su forja, molduras, alero yen cornisa y portal con azulejería. Balcón abierto.
– Edificio de la calle Francisco Torres, 1. Edificio de viviendas de 1920 con molduras en fachada y aleros, forja en balcones y miradores cerrados, en el entorno del palacio del Infantado. Abiertas todas las ventanas del inmueble.
– Edificio de la Calle Mayor, 47. Casa solariega de 1930, con forja en balcones y miradores cerrados, así como molduras, cornisa y rotulación de tiendas. Ventanas con cristales rotos.
– Edificio de la calle Santiago Ramón y Cajal, 23. Edificio de 1920 de dos alturas, con molduras en balcones con cariátides y forja en fachada. Abierta la ventana de la buhardilla.
– Edificio del antiguo Pub Pi (Plaza Lope de Haro, 3). Edificio de viviendas de ladrillo y balcón vertical con moldura y forja, alfarjes en algunas habitaciones y cuevas en la parte inferior. Abiertas todas las ventanas del inmueble.
– Palacio de Montemar (Calle Mayor, 30). Palacio del siglo XVII, reformado en 1920, donde destaca su fachada con almohadillado en puerta y balcón central, molduras y forja de balcones, alero, hueco de la escalera y columnas de época. Se ha abierto intencionadamente un boquete en el lateral de las bajantes del edificio.
– Palacio de los Medina (plaza de San Esteban, 1). Palacio del siglo XVII, donde destaca la fachada almohadillada con escudo, forja de ventanas y patio central. Abiertas las ventanas del sótano y las de las plantas superiores.
– Edificio de la calle Bardales, 8. Edificio de viviendas de 1900, construido en ladrillo con balcones verticales con molduras y forja. El propietario no ha bloqueado la puerta, que se abre con facilidad, además de existir algún hueco no identificado por el que entran palomas.
– Edificio del antiguo Bar Bilbao (calle San Juan de Dios, 4). Edificio de principios del siglo XX, con tipología tradicional de Castilla: fachada de doble altura, ladrillo y balcones con moldura y forja. Todas las ventanas abiertas. Tras la denuncia pública del Grupo Socialista se ha sabido que para este inmueble hay un proyecto de rehabilitación, lo que ha sido valorado positivamente por Manuel Granado, “aunque desgraciadamente no es la norma, sino la excepción”.
