Francisco Nuñez pregonó el sábado las fiestas de Escariche

Después de una intensa semana cultural, la villa alcarreña de Escariche daba comienzo ayer a lo más granado de sus fiestas patronales, que celebra en honor a la Virgen de las Angustias. Los actos religiosos de la fiesta habían comenzado previamente el pasado día 14 de agosto, con el acto de bienvenida a los nuevos miembros de la Hermandad de la que es patrona de la villa alcarreña, y alcaldesa de honor, a los niños más pequeños, con la correspondiente bendición e imposición de la medalla acreditativa, seguida de la procesión de nuestra señora de las Angustias por el pueblo, acompañada de la Banda de música de Fuentenovilla. El viernes le correspondió el turno al homenaje de los hermanos más mayores con la habitual entrega del diploma de la Hermandad.

Ayer, sábado, y prologado por la Banda de música de Pastrana, la corporación municipal y las autoridades que se acercaron a Escariche a acompañar al pueblo en el inicio de sus fiestas, bajaban hasta la ermita de la Virgen de las Angustias, donde se habían concentrado las peñas. Este año son dieciséis. Todas lucían trabajados atuendos: una aldea de pitufos, una escena de natación sincronizada, pasando por corales marinos e incluso unos originales globos aerostáticos. Y mientras los músicos pastraneros engalanaban la calle Mayor con sus pasodobles, la alegría peñista iba llegando hasta la Plaza Mayor. Allí, y desde la balconada del Ayuntamiento, ejerció de pregonero este año Paco Núñez, presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha. Fue Carmen Moreno, alcaldesa de Escariche, quien presentó al pueblo al pregonero de 2019, una vez que los peñistas terminaron de ubicarse en la Plaza.

Desde la balconada del Ayuntamiento, en un pregón muy documentado, Nuñez comentó que las fiestas son una gran oportunidad para dar a conocer Escariche, la amabilidad de sus gentes y la gran acogida que recibe todo aquel que visita la localidad, “pero también supone un encuentro con nosotros mismos y con nuestros antepasados, enlazando las raíces de un pueblo humilde y trabajador, vinculado a la agricultura, con uno más actual que mira al futuro con mayor optimismo”, dijo. Nuñez destacó que, al menos, hay tres razones para visitar Escariche, primero porque tiene un brillante pasado, segundo porque tiene un estupendo presente -“solo hay que ver la reacción de todo el pueblo ante las trágicas inundaciones y los difíciles momentos que hubo que superar el pasado año para conocer el alcance de la humanidad, solidaridad y compromiso de sus gentes, cuestión por la que quiero expresamente felicitaros”-, señaló, y tercero por su prometedor futuro. Nuñez dejó constancia de “la ilusión que pone en todo momento vuestra alcaldesa, Carmen, y los concejales del gobierno municipal para sacar adelante proyectos que tienen que ver con la mejora de las comunicaciones y telecomunicaciones”. Por último, Núñez destacó a la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, a la figura de su actual hermano mayor, Fernando Rodríguez, y su junta directiva, y destacó el trabajo de la hermandad, desde su fundación en 1914 y hasta nuestros días, antes de soltar el chupinazo que anunciaba lo más granado de las fiestas de Escariche. Núñez recibió una placa, en recuerdo de su pregón, una cesta de productos típicos de La Alcarria, y una camiseta de la Asociación Taurina San Antonio, como recuerdo del día.

El final de su pregón dio lugar a la alegría peñista y al ritmo de la Charanga “Los Colirojos”. De la alegría y la diversión se pasaba a momentos más solemnes y de recogimiento, con la procesión de Nuestra Señora de las Angustias, cuya imagen será devuelta de nuevo a la iglesia de San Miguel Arcángel, y la ofrenda floral. Pasada ya la medianoche, era el turno del Gran Castillo de Fuegos Artificiales ofrecido por la Pirotécnica Vulcano de la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés y de la verbena popular a cargo de la Orquesta Wilton.