Pastrana: un tesoro llamado tapiz

La Alcarria es una comarca con muchísimas riquezas. Y muy variadas. El entorno natural es impresionante, las tradiciones son antiquísimas, presenta una historia de siglos y su patrimonio monumental es digno de ser reconocido. E, incluso, hay determinados lugares que, en un solo punto, reúnen todas estas características. Es el caso de Pastrana, donde el pasado y el presente se dan la mano. Y lo hacen, además, en un marco ambiental propio de una égloga de Garcilaso de la Vega…

Entre los monumentos pastraneros más reconocidos se encuentra el Palacio Ducal –un complejo renacentista proyectado por Alonso de Covarrubias–; la Plaza de la Hora –presidida por el mencionado conjunto palaciego–; los conventos de San José –fundado por Santa Teresa– y San Pedro –impulsado por San Juan de la Cruz– ; o la iglesia–colegiata de la Asunción, uno de los templos más importantes de la comarca, cuyos inicios fueron medievales, aunque fue reformado entre los siglos XV y XVII hasta darle el aspecto actual.

Se trata de un edificio cuya construcción comenzó en el siglo XII, aunque ha sufrido diversas reformas a lo largo de su existencia. Por ello, “presenta una mezcla de diferentes expresiones artísticas y arquitectónicas”, confirma el cronista provincial, Antonio Herrera Casado. “El edificio es de origen románico, pero recibió una ampliación durante el Barroco. Posee –también– elementos góticos y, en su interior, presenta una notable riqueza de recursos muebles”.

Sin embargo, uno de sus grandes tesoros se emplaza en el museo parroquial existente en su interior. El mismo se encuentra emplazado en lo que fue la antigua sacristía del templo y, en sus salas, se puede disfrutar de una de las colecciones de tapices «gótico–flamencos» más importantes del planeta. La integran una serie de composiciones historiadas de la época de Alfonso V de Portugal y que se refieren a la toma de varias plazas del norte de África por parte de los lusos.

Son media docena de tapices, divididos en dos series. La primera de ellas es la conocida como «las tapicerías de Alfonso V» y consta de cuatro obras, en las que están representadas las conquistas llevadas a cabo por este monarca en 1471 tanto en Arcila como en Tánger. “Estos paños son considerados como uno de los escasos ejemplos del siglo XV que muestran hechos contemporáneos a su realización, observándose un gran realismo en la representación de las armaduras, los escudos, las armas, los navíos…, siendo calificados –así– como un auténtico documento histórico”, explica Margarita García Calvo.

“Los modelos de estas composiciones textiles han sido atribuidos al portugués Nuno Gonçalves, pintor de Cámara durante el reinado de Alfonso V, y cuya actividad se extendió desde 1450 hasta 1492, aproximadamente”, explica la mencionada investigadora. En dichos trabajos, “los estudiosos lusos creen reconocer su estilo”.

La segunda de las series se encuentra compuesta por las dos obras restantes, que son menos conocidas que las cuatro anteriores, aunque también muestran una vinculación al monarca portugués Alfonso V y a sus conquistas africanas. “Son excepcionales no sólo por sus dimensiones, sino también por la calidad del tejido y su riqueza decorativa”, describe Margarita García Calvo.

En consecuencia, estas creaciones se constituyen como el conjunto de seis tapices gótico–flamencos “más relevantes del mundo de finales del siglo XV”. “Se pueden definir como una suerte de «crónicas periodísticas», que narran hechos históricos de la época”, confirman los historiadores. Además, las mencionadas obras supusieron una innovación respecto a trabajos contemporáneos, ya que –en las mismas– aparecen acontecimientos «político–bélicos», mientras que las representaciones más habituales en ese momento versaban sobre asuntos mitológicos, religiosos o paisajísticos…

El camino hacia la Alcarria….
Pero dichas obras de arte, ¿cómo llegaron hasta Pastrana? “Los tapices, por azares del destino, acabaron en manos de los Mendoza, que eran los señores de la villa”, explica el cronista provincial. “Esta familia, al final, los cedió a la Colegiata pastranera, donde se han mantenido hasta la actualidad”. Este proceso no estuvo exento de problemas, ya que se hubo diferentes momentos de crisis, aunque –actualmente– se pueden disfrutar en todo su esplendor. Sobre todo, tras los diversos procesos de restauración de los que se han beneficiado…

En cualquier caso, lo que parece seguro es el origen flamenco de estos recursos. “Fueron tejidos en los Países Bajos meridionales, posiblemente en Bruselas hacia finales del siglo XV, ya que su estilo es muy similar al de otros paños datados en la mencionada ciudad durante la misma época”, confirman los especialistas. “La ausencia de marcas impide una atribución segura, pues hasta 1528 la actual capital belga no hizo obligatorio el marcado para los tapices allí realizados”. Un mandato que se acabó imponiendo para erradicar los numerosos fraudes existentes en torno a esta manufactura, a causa de su alto precio y de la magnífica consideración que alcanzó…

Por tanto, la calidad de las representaciones que se custodian en Pastrana es evidente. Una relevancia que no sólo es estética o compositiva –son únicos en su estilo a nivel universal–. También son muy importantes históricamente. De hecho, narran diversos acontecimientos bélicos de la época, protagonizados por la Monarquía portuguesa, alzándose como una suerte de «crónica periodística» del siglo XV, a través de la cual se pueden estudiar las batallas lusas del norte de África, además de diferentes detalles de la vida de la época –vestimentas, armamento, estrategias bélicas, etc.–.

Dichas circunstancias son una razón de primer nivel para recorrer Pastrana. Sólo por conocer estos paños, la visita a la localidad está más que justificada. Sin embargo, la «Villa Ducal» cuenta con otras muchas potencialidades, tanto patrimoniales –a través de sus innumerables monumentos– como históricas, museísticas, naturales y gastronómicas. Sin olvidar el placer que supone perderse entre sus callejuelas y plazas, para acabar topándose con la fuente de los cuatro caños. ¡Disfruta de la cultura! ¡Disfruta de la Alcarria!

Bibliografía.
GARCÍA CALVO, Margarita. «Tapices de las conquistas africanas de Alfonso V de Portugal. Tapicerías de Pastrana». LÓPEZ GUILLAMÓN, Ignacio (ed.). Humanismo y naturaleza en los tapices de Badajoz & Adenda: Ponencias y anejos del Encuentro Internacional de Flandes a Extremadura. Badajoz: Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz, 2020.
GARCÍA LÓPEZ, Aurelio. El Palacio Ducal de Pastrana. Guadalajara: AACHE Ediciones, 2010.
HERRERA CASADO, Antonio. La Princesa de Éboli. Una guía para descubrirla. Guadalajara: AACHE Ediciones, 2000.
HERRERA CASADO, Antonio. Pastrana. Paso a paso. Guadalajara: AACHE Ediciones, 2009.