Sigüenza recorre las huellas de la Guerra Civil

Un auténtico éxito. Así se puede calificar la propuesta organizada este sábado, 10 de junio, en la Ciudad del Doncel. Sobre las 11 de la mañana, más de un centenar de personas se congregaban frente a las puertas de la estación de tren seguntina. Deseaban asistir a una visita guiada –y teatralizada– por Sigüenza, con el fin de conocer el rastro de la Guerra Civil en la localidad. Todo un reto, ya que el mencionado enclave fue escenario de diferentes enfrentamientos durante la contienda de 1936. A pesar de la dificultad, las explicaciones se consiguieron condensar en apenas una hora y media, tras recorrer los principales puntos del municipio.

Más concretamente, a lo largo de la ruta se realizaron cuatro paradas. En primer lugar, a la entrada del municipio, muy cerca del inicio del itinerario, donde aún se distinguen –de forma muy clara– las huellas de la metralla y de los enfrentamientos acaecidos durante la contienda. A continuación, la numerosa comitiva puso rumbo hacia el seminario –antigua sede la universidad San Antonio de Porta Coeli–, donde los especialistas siguieron relatando algunos de los sucesos más importantes de la deflagración acaecidos en la Ciudad Mitrada.

El tercer punto de encuentro fue en el «Barrio Barroco», en la confluencia de las calles de San Roque y Serrano Sanz. Y, en último lugar, los asistentes se dirigieron hacia la plaza Mayor. Una vez allí, se dio una nueva explicación a la concurrencia, que –cada vez– era más numerosa. A pesar de lo nutrido de la asistencia, la totalidad de los presentes mostraron un gran interés por lo prolijo de los detalles expuestos. Este logro se alcanzó gracias a la maestría del guía, el investigador Alan Herchhoren, cuya buena labor ya era conocida por los organizadores de la propuesta.

“Herchhoren tiene un gran conocimiento de la historia, suficiente como para llevar a cabo el peso de la iniciativa”, indicaba Ismael Gallego, uno de los miembros de la organización del evento. Además, este experto también estuvo apoyado por los «recreadores históricos» –que teatralizaban lo que Alan iba narrando–, y por Víctor Parrilla y Jorge Sopeña, profesionales de «Sigüenza Visitas Guiadas», una empresa centrada en la divulgación del pasado y del patrimonio seguntino.

Un despliegue que había permitido prever más paradas a lo largo de la mañana del sábado 10 de junio por las calles seguntinas, aunque –finalmente– los responsables de la idea optaron por recortarlas a cuatro, para hacer más divulgativo el encuentro y “no cansar al público”. De hecho, y como se comentaba anteriormente, con el ánimo de dinamizar la propuesta, la misma estuvo dramatizada de la mano de diferentes «recreadores históricos». Entre ellos, se distinguieron desde una enfermera de la CNT a diversos partisanos y combatientes, quienes aportaron su granito de arena al evento. En todo momento, se dirigieron al público, complementando las explicaciones de Herchhoren.

El colofón tuvo lugar en la sede de «Sigüenza Visitas Guiadas», entidad colaboradora de la iniciativa, donde se pudo conocer una exposición dedicada a la Sigüenza de 1936, año en el que se produjo la batalla de la Guerra Civil que lleva el nombre de la localidad. “No hemos querido entrar en la presencia italiana en la ciudad, que fue posterior. Preferimos circunscribirnos al mencionado episodio –el de la batalla–, que se alzó como el primer gran enfrentamiento de la deflagración de 1936 en el territorio provincial”, aseguran los organizadores. No en vano, acaeció entre el 7 de agosto y el 15 de octubre de aquel año.

Además, en este mismo emplazamiento –la sede de «Sigüenza Visitas Guiadas»– también se pudieron adquirir diversas obras históricas, gracias al acuerdo establecido con la editorial hispano–mexicana «Océano Atlántico Editores». Sus responsables llevaron diferentes títulos relacionados con el devenir de Guadalajara, que despertaron el interés del público.

El origen de todo.

Pero, ¿cómo surgió la idea de realizar el tour del sábado, 10 de junio, por la Ciudad del Doncel? “La visita ya se encontraba programada dese el año pasado, para que formara parte de la programación de la «Batalla olvidada de Abánades–2023»”, subrayaba Ismael Gallego. Sin embargo, como el grueso de la referida propuesta –correspondiente a las X Jornadas de Promoción Histórico Cultural del Alto Tajuña– se tuvo que suspender por “causas de fuerza mayor”, desde la organización no se quisieron quedar con ese “mal sabor de boca”. Por ello, optaron por trasladar la mencionada visita a Sigüenza, para dar a conocer el pasado de la localidad.

“Nuestros fines están basados en seguir trabajando para divulgar la historia de nuestra tierra y recordar –así– acontecimientos que hoy en día la mayoría de la gente desconoce”, confirmaba Jaume Fibla, otro de los impulsores de la idea. Un compromiso en el que han recibido el apoyo de «Sigüenza Visitas Guiadas» y del propio Alan Herchhoren. Todos ellos –desde un principio– se involucraron en la cita sin dudarlo.

Las Jornadas de Promoción Histórico–Cultural del Alto Tajuña «La Batalla Olvidada 2023» –en las que se ha enmarcado la actividad desarrollada en Sigüenza– se pusieron en marcha hace más de 12 años, en junio de 2011, en Abánades. “Esta iniciativa siempre tuvo como objetivo recuperar una parte de nuestra historia, poner en valor los paisajes donde tuvo lugar y homenajear a nuestros mayores, obviando cualquier posicionamiento político”, confirma Ismael Gallego.

Unos fines loables, aunque el camino ha sido muy complicado. Sobre todo, con la llegada del COVID19. “Tras la pandemia, como ocurrió en todos los ámbitos culturales, la organización del evento supuso un esfuerzo titánico, una verdadera batalla”, aseguran sus representantes. A pesar de ello, continuó adelante. Incluso, ha llegado a ser declarada por Fiesta de Interés Turístico Provincial por la Diputación arriacense.

“Desde entonces, no hemos dejado de trabajar para programar nuevas actividades con el objetivo de enriquecer y dinamizar la recreación histórica”, subraya Gallego. Un esfuerzo que busca difundir la historia entre la ciudadanía, no sólo de la provincia sino de todo el país. Ya que, como dice el proverbio castellano, el que desconoce su pasado, está condenado a repetirlo. ¡No lo permitamos!