Vecinos de Lepe buscan a un familiar enterrado en Sotodosos durante la Guerra Civil

Vecinos de Lepe buscan a un familiar enterrado en Sotodosos durante la Guerra Civil.Hacer memoria es fundamental. Esta máxima la tienen muy presente en el Museo Histórico de Abánades, cuyos responsables están apoyando a unos vecinos de Lepe (Huelva) que quieren homenajear a un familiar suyo –Bernabé Santana Márquez–, que estaría enterrado en una de las dos fosas comunes existentes en el cementerio de Sotodosos. En las mismas se encuentran inhumados varios ciudadanos caídos durante la «Batalla del Alto Tajuña» (enlace 1). En este contexto, el mencionado soldado –Santana Márquez– habría fallecido el 5 de abril de 1938, momento en que la referida zona de la provincia se convirtió en frente bélico…

Con este motivo, a lo largo del presente mes –agosto de 2021– varios de los integrantes de la familia de Bernabé se acercarán hasta dicha comarca para asistir a un evento, en el que dejarán flores en el camposanto y realizarán una misa en recuerdo de este militar. “Los miembros de su batallón –el Cazadores del Serrallo Nº 8– están enterrados en este lugar que visitaremos”, confirma Bella Gema Contreras Mendoza, sobrina–nieta de la persona sepultada en Sotodosos.

“Según consta en el historial, la referida Unidad tomó parte en diversas acciones bélicas en los alrededores de la mencionada localidad de Guadalajara entre el 1 y el 12 de abril de 1938. El día 5 de aquel mes cayeron 29 efectivos de la unidad”, aseguraban desde el Ministerio de Defensa en respuesta a una petición de información realizada por la familia afectada. Todo indica que uno de los 29 fallecidos fue Bernabé Santana, por lo que sus restos estarían descansando en este municipio arriacense.

Sin embargo, y según afirman desde el Gobierno de España, “consultada la lista de caídos del Batallón 266 del Regimiento de Cazadores del Serrallo Nº 8 no hemos encontrado el nombre de su tío–abuelo”. Por ello, es tan importante que se realicen las exhumaciones de los cuerpos existentes en las fosas de Sotodosos, con el fin de confirmar las identidades de los enterrados y que sus allegados les puedan dar digna sepultura.

Un largo periplo hasta llegar a Guadalajara
Pero, ¿cuál era la historia de Bernabé Santana Márquez? “Mi bisabuela tenía cinco hijos. La mayor era María Bella. El segundo se llamaba José, quien también murió durante la guerra, aunque en Castellón. Bernabé era el tercero de los vástagos, al nacer el 19 de abril de 1913”, explica Contreras Mendoza. Además, había otros dos hermanos. Manuel, que era el cuarto y que se libró de ir al frente de batalla –tras solicitarlo encarecidamente la madre de familia– y la quinta, que se llamó Isabel María, y que es abuela de Bella Gema Contreras.

Tanto Bernabé como José hicieron el servicio militar y, tras el Golpe de Estado militar de julio de 1936, “se los llevaron obligados al frente bélico”. Procedían de una familia de jornaleros andaluces. Además, uno de estos hermanos –José–, cuando tuvo que ir a la contienda, dejó en Lepe –su pueblo natal– a una novia, que estaba embarazada y que –con el paso del tiempo– tuvo a la que sería su hija. A pesar de ello, este soldado acabaría falleciendo el 11 de junio de 1938, apenas dos meses después de su hermano Bernabé. Por tanto, la situación familiar era complicada…

No en vano, la participación de Bernabé y José en la Guerra Civil fue forzosa. “Ellos no querían ir”, confirman los descendientes. “Los mandaron muy al norte de la Península Ibérica en comparación con la ubicación de Lepe, que se encuentra en Huelva”. De hecho, a Bernabé lo destinaron a Guadalajara y a José lo enviaron hasta Castellón de la Plana, por lo que “si tenían tentación de volver a casa durante la contienda, se les dificultaba el regreso”, rememora Contreras Mendoza.

En este contexto, no hay que olvidar que durante el enfrentamiento bélico de 1936–1939, y como Lepe se sitúa a pocos kilómetros de la frontera portuguesa, “muchos de los que tenían más dinero se marchaban al país vecino”. Así, evitaban tener que ir a la contienda que se desarrollaba en España. En cambio, los familiares de Contreras Mendoza, al ser jornaleros y no poseer tanta capacidad económica, no contaron con la oportunidad de escabullirse.

Por todo ello, es fundamental apostar por la memoria histórica. Se debe recuperar y poner en valor el recuerdo de estas personas. No pueden caer en el olvido. “Fue una vida muy dura. Mi padre, que pernoctaba en el mismo cuarto que su madre –mi abuela–, siempre contaba que ella, a diario, se dormía y se despertaba llorando por lo ocurrido con José y Bernabé”, asegura Contreras. Además, “en las tardes siempre nos leía las cartas que le enviaban sus hermanos desde el frente”.

Así, son tan importantes las gestiones memorísticas tanto del Museo Histórico de Abánades como de diferentes ayuntamientos de la zona, que estarían apoyando a esta familia para poder homenajear a Bernabé. “Hemos hablado con los alcaldes y están preparando los papeles para que los arqueólogos puedan intervenir en las fosas comunes de Sotodosos”, confirman los implicados. También habrían recibido la colaboración del Consistorio de Lepe. De hecho, “hay tres familias interesadas en exhumar los mencionados enterramientos”. Un acto de justicia que se ha de poner en valor. Porque, como mencionó la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner: «La memoria y la libertad deben ser ejercicios cotidianos de todos para evitar un nuevo holocausto y violaciones a los derechos humanos».