Camilo José Cela Conde, recibió en Pastrana el premio Princesa de Eboli 2018

Camilo José Cela Conde agradeciendo la entrega de la distinción
Camilo José Cela Conde agradeciendo la entrega de la distinción

La villa ducal de Pastrana le entregó anoche el premio Princesa de Eboli a Camilo José Cela Conde, hijo del Nobel, Camilo José Cela Trulock. Se encargó de presentar el acto el alcalde de Pastrana, Ignacio Ranera. Fue el prólogo del concierto de verano que cada año interpreta la Banda de Música en la Plaza del Deán. Ranera dio las gracias a los músicos por permitir celebrar el acto al inicio del concierto, y pidió un aplauso para su trabajo a todos los presentes.

Con motivo del septuagésimo aniversario de la publicación del ‘Viaje a La Alcarria’, la villa ducal se lo entregó ayer al hijo de quien consiguiera el Nobel, entre otros libros por éste, Camilo José Cela Conde. El alcalde de Pastrana agradeció a Cela “que recorriera La Alcarria como viajero, no como turista, para conocer a las personas, al paisaje y al paisanaje, y que dejara escritas sus impresiones en el libro que nos promociona de manera internacional”. En este sentido, el alcalde afirmó que, conjuntamente con el resto de pueblos que recorrió Cela, y con el apoyo de las instituciones, La Alcarria quiere convertirse en un destino turístico de calidad, apoyándose, fundamentalmente, en esta novela universal “que nos permite llegar al gran público”.

Sobre el escenario de la entrega del premio, recordó Cela Conde, en un bello discurso, lo que su padre le había contado sobre la villa ducal, con referencias a lo que escribió. Recordó que a Pastrana llegó el viajero en autobús, con las últimas luces de la tarde. “Ni era de aquí, ni se dedicaba al comercio, ni quería visitar a ningún preso. Buscaba una canción, un verso, un papel de fumar, un vaso de agua. Es malo entrar por primera vez en un pueblo por la noche, me dejó dicho”, afirmó. A la mañana siguiente el viajero se asomó a la Plaza de la Hora donde en aquellos años, el Palacio en el que murió la Princesa de Eboli mostraba sus ruinas y la antigua colegiata lloraba sus tapices arrebatados por el celo administrativo. El viajero siguió luego por las calles de nombres hermosos, la de Damas, la del Toro, la de las Chimeneas, la del Altozano, la del Higueral. El viajero y sus amigos, el alcalde don Mónico y el teniente de alcalde don Paco, se metieron al caer la noche al casino de Pastrana, a tomarse un vermú y unas aceitunas con tripa de anchoas. No hay más. Así termina el Viaje a La Alcarria.

A continuación, la Banda de Música de Pastrana interpretó un magnífico concierto, que dedicó a uno de sus miembros, Carlos Sánchez, tristemente fallecido hace unos días.