Peregrinar hasta el pico del Alto Rey y la ermita de Bustares

La romería de las Cruces se celebra el primer sábado de septiembre en el Alto Rey.
La romería de las Cruces se celebra el primer sábado de septiembre en el Alto Rey.

No es el pico más alto de Guadalajara, pero está considerado la “montaña sagrada” de los serranos. El pico del Alto Rey, enclavado al noroeste de la provincia, alcanza los 1.858 metros de altitud y su particularidad reside tanto en las leyendas que rodean al lugar como en la ermita que se erige en la cumbre.

El Alto Rey conforma un cerro muy característico en la comarca de Hiendelaenciana y de Bustares. Está rodeado de las antenas de una antigua estación militar de seguimiento de aviones y de otras que corresponden a telecomunicaciones de la comarca de la Sierra de Guadalajara.

A la vera de estas instalaciones se yergue la ermita del Santo Alto Rey de la Majestad. Bajo la protección de los Templarios, se construyó en el siglo XII y a su alrededor se levantó un humilde monasterio, que en principio estaría compuesto por celdas individuales y algún refectorio o sala capitular. Se usaba en los meses de verano. El resto del año, probablemente, quedaría solitario o, en todo caso, ocupado por dos monjes que, por turno, se encargaban de mantener el culto en la altura durante la fría estación. De las celdas y humildes edificaciones de este monasterio se encontraron restos hace pocos años. Existe en el interior de la ermita, tallado en piedra, el emblema del Cabildo de Sigüenza.

El templo actual es del siglo XVIII, y así figura sobre la puerta tallada la fecha de 1785, en que se supone se construyó o se hicieron grandes reformas. En los muros del interior hay tallados dos emblemas. Uno es un jarrón con azucenas, que es el símbolo del Cabildo Catedralicio de Sigüenza. Otro es un bloque de figuras con los iconos de la Pasión de Cristo (la cruz, los clavos, la escalera, el jarro, las tenazas, el martillo y la columna con los azotes).

La ermita del Santo Alto Rey de la Majestad, en el término municipal de Bustares.
La ermita del Santo Alto Rey de la Majestad, en el término municipal de Bustares.

Cuenta la leyenda que el Señor y brujo de una tribu prerromana, poseedor de riquezas y de un extenso territorio entre las tierras de lo que hoy son las provincias de Zaragoza, Soria y Guadalajara, enviudó y tuvo que hacerse cargo de sus tres hijos, que se llevaban muy mal, guiados por la envidia y la codicia por conseguir la herencia de su padre. Las duras peleas entre los hijos iban siendo cada vez más frecuentes, hasta que el padre, harto de las riñas entre sus hijos, decidió cargarles una maldición eterna de tal manera que pudieran verse pero no hablarse, convirtiéndoles así en tres altas montañas que situaría a cada extremo del territorio para que sirviera de ejemplo para tribus cercanas: el mayor, Moncayo; el mediano, Ocejón, y el pequeño, Alto Rey. Mucho tiempo después, un niño subió al Alto Rey, el menor de los tres hermanos, y pudo contemplar la vergüenza con la que se mostraban los hermanos.

En el interior se puede contemplar un grabado en la piedra en la que se muestran tres cabezas situadas las unas de las otras de la misma manera que se sitúan geográficamente el Moncayo, el Ocejón y el Alto Rey.

Pero no es más que una leyenda y lo que sí es cierto es que en días claros desde cualquiera de los tres cerros se puede contemplar el resto.

Actualmente, la subida al Alto Rey es accesible. Antaño, había caminos y senderos que llevaban hasta la cumbre y que partían desde cualquiera de los pueblos de alrededor: Bustares, Villares de Jadraque, Navas de Jadraque, Aldeanueva de Atienza, El Ordial, Prádena de Atienza o Gascueña de Bornova. Hoy hay una cómoda carretera que parte desde las cercanías de Bustares y que asciende hasta la puerta de acceso de la vieja estación militar, ahora cerrada y abandonada. Justo al llegar a la verja, a la derecha parte un camino que nos lleva hasta las cercanías de la ermita. Desde ahí, por unas escaleras llegamos al pequeño templo.

360º de vistas desde la ermita
360º de vistas desde la ermita

Es recomendable bordear la ermita, siempre agarrados al pasamanos, para admirar la provincia en una magnífica vista de 360 grados. Desde allí se contempla el Ocejón, el Pico del Lobo, las vegas fértiles del Henares, las altas tierras de Atienza, e incluso en días despejados las torres de refrigeración de la central de Trillo, al igual que su “hermano” el Moncayo, distante muchas leguas.

La subida al Alto Rey siempre merece la pena, pero hay un día especialmente recomendable para hacerla. Se trata del primer sábado de septiembre. En esa jornada, cada año, los pueblos de la zona celebran una romería que se ha convertido en una de las fiestas tradicionales de Guadalajara con mayor arraigo. Los parroquianos de la comarca ascienden hasta el Alto Rey en procesión, se celebra una misa en la ermita y después comparten una comida campestre al aire libre en la explanada de los contornos. La cita está declarada de Interés Turístico Provincial y supone una jornada de convivencia entre los distintos pueblos serranos.

(NR. Este sábado día 7 de septiembre tiene lugar la romería del Santo Alto Rey)