Horche fue un belén viviente por unas horas

La localidad de Horche acogió en la tarde noche de ayer su primera edición del Belén Viviente que nace con el interés de la continuidad, a pesar de los pequeños fallos propios de ser la primera edición.

Poco a poco la plaza de Horche se fue llenando de padres, de niños y de abuelos para disfrutar de este espectáculo en el que los habitantes de la villa horchana pusieron toda su buena voluntad, consiguiendo en espectáculo digno de admirar.

Pasadas las siete de la tarde, la ronda de Horche dio sus primeros acordes y comenzó, como un guía especial, a recorrer los lugares donde se representaba el nacimiento de Jesús. La primera parada fue para evocar la Anunciación a María. Aunque la tarde noche empezaba a ser fría, todos los espectadores y la ronda, que siempre interpretaba un villancico antes del inicio de la representación, se dirigieron a la siguiente escena para ver la escena correspondiente en el palacio de Herodes, ubicada en la puerta de la ermita de San Sebastián. Desde ahí hasta la trasera de la iglesia donde estaban apostados los pastores; bajada por las calles hasta el lavadero para la escena de las lavanderas y vuelta a la plaza donde se situaban los cuadros  de los carpinteros, lavanderas, aguadores, etc. así como la llegada de San José y la Virgen María a Belen. Los últimos cuadros nos llevaban hasta la puerta de la iglesia para contemplar la Adoración de los Reyes y el final de esta representación.

Un espectáculo que en palabras de los organizadores estaban muy satisfechos a pesar de ser una primera edición y que aspiran para continuarlo en años sucesivos y que ha contado con el apoyo incondicional del ayuntamiento de Horche así como de la implicación de numerosos vecinos y varias empresas de la localidad.

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