El Gobierno inyectará 180.000 euros en la Autovía de Alcolea, que La Otra Guadalajara exige reactivar

La conversión de la N-211 en autovía es un proyecto comprometido por el Gobierno desde 2008. // Foto: Escapada Rural.

Los Presupuestos del Estado para 2019, pendientes de su aprobación en el Congreso, contemplan esta partida para estudios informativos de esta infraestructura

Ángel Luis López Sanz, portavoz de la plataforma: “Nos preocupa que la Junta priorice la conexión entre Teruel y Cuenca. La A-25 surgió como alternativa a ese proyecto”

El colectivo trasladó a la Subdelegación de Guadalajara un “plan integral para frenar la despoblación” en la comarca de Molina de Aragón

Ante un polideportivo San José abarrotado, José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente del Gobierno, prometió el 20 de febrero de 2008 la conversión de la carretera N-211 en autovía y no en una vía rápida, que es lo que hasta entonces se había barajado. Lo hizo en Guadalajara capital y en un momento en el que el gasto expansivo aún era la pauta predominante en los Presupuestos Generales del Estado.

La crisis estaba a punto de estallar y las infraestructuras aún no se habían resentido de los duros recortes que se aplicaron a partir de aquel ejercicio. El caso es que, una década después, por falta de voluntad política o por escasez de recursos económicos, o por ambas razones, la realidad es que la conexión por autovía entre Alcolea del Pinar (Guadalajara) y Monreal del Campo (Teruel) continúa dormitando en los cajones del Ministerio de Fomento.

La construcción de la A-25, que es la denominación oficial que corresponde a esta vía, es uno de los mayores fraudes políticos perpetrados en la provincia de Guadalajara durante la historia reciente. Y la hazaña tiene ‘mérito’ teniendo en cuenta la retahíla de promesas incumplidas en un territorio, la comarca de Molina de Aragón, especialmente maltratado por la falta de inversiones, servicios e infraestructuras. “Estamos construyendo la mejor España. Nuestro país será el primero del mundo en kilómetros de autovía”, proclamó Zapatero ante más de 4.000 fieles socialistas.

Ciertamente, España puede presumir de tener la red de autovías libres de pago más extensa de la Unión Europea, pero la promesa de facilitar la conexión entre Alcolea y Monreal a través de una vía de alta capacidad –presentado por el Ejecutivo socialista como compensación al incendio mortal del Ducado de 2005- nunca terminó de verse materializada. Ni el Gobierno de Zapatero (PSOE), arrollado por la recesión; ni el de Mariano Rajoy (PP), que impuso duros ajustes, mostraron interés real en afrontar esta obra más allá de licitaciones puntuales truncadas por la falta de dotación económica. El agravio se arrastra desde hace más de 10 años.

Varios miembros de La Otra Guadalajara, entre ellos Diego Sanz y Ángel Luis López, entregando en la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara el documento para reactivar la A-25. // Foto: La Otra Guadalajara.

Por este motivo, La Otra Guadalajara exige ahora al Gobierno de Pedro Sánchez que reactive este proyecto, destinado a vertebrar no sólo las comunicaciones en la comarca del Señorío de Molina sino a habilitar la conexión por autovía entre Madrid y Teruel, que ahora mismo sigue siendo inexistente. Varios miembros de la plataforma se reunieron con el subdelegado del Gobierno en Guadalajara, Ángel Canales, a principios de enero y registraron el documento el jueves 10 enero. En este informe se incluye un pliego de exigencias orientadas a las comunicaciones, pero también al reto demográfico y la política fiscal.

“La reunión fue cordial, se escuchó nuestra demanda y el subdelegado se comprometió a hacerla llegar al Gobierno”, explica Ángel Luis López Sanz, portavoz de La Otra Guadalajara, a Henaresaldia.com. Además, subraya que la autovía “es una medida original de nuestro Plan Integral para la comarca, que se encuentra en un ‘impasse’ desde 2009. Se presentó el proyecto, pasó a información pública y se presentaron las alegaciones en base a salidas a incorporaciones a la autovía. Desde entonces no se ha avanzado en nada”.

No obstante, esta infraestructura podría avanzar tímidamente en los próximos meses. Según confirman fuentes de Subdelegación del Gobierno a este digital, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019, pendientes de su aprobación en el Congreso, recogen una partida de 180.000 destinados al desarrollo de “estudios informativos y de viabilidad”. Esta inyección es insuficiente para materializar esta infraestructura, pero al menos indica la voluntad de la Administración de retomar el proyecto.

Estudio Informativo “Conversión en autovía del itinerario de la N-211 entre Alcolea del Pinar y Monreal del Campo”.

La futura A-25 conectaría Alcolea con Monreal del Campo, Alcañiz y Tarragona. Un eje transversal clave para vertebrar este cinturón y que actualmente se encuentra en vía muerta. Los Presupuestos del Estado para 2006 incluyeron una partida para el estudio informativo de desdoblamiento de la N-211 entre Monreal y Alcolea, una vía recogida en el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda 2012-2024. Pese a ello, nada se ha avanzado.

“El tramo de autovía Monreal del Campo a Alcolea del Pinar tiene sus precedentes históricos en el camino real de Aragón que conducía de Madrid a Barcelona pasando, entre otros lugares, por Maranchón, Tartanedo, Tortuera y Embid, y salía por Used hasta llegar a Daroca. Aunque también existió otro camino alternativo que conducía de Madrid a Zaragoza por el Valle del Jalón, este otro que pasaba por el norte del Señorío de Molina fue muy transitado debido a su rectitud y economía en tiempo y dinero”, sostiene La Otra Guadalajara en un documento elaborado sobre la A-25, destinado a señalar la situación estratégica del Señorío de Molina en el mapa nacional, a caballo de la meseta sur, el valle del Ebro y Cataluña; Levante, el norte de Castilla y el Cantábrico.

Según la mencionada entidad social, “la autovía supone pasar de la era analógica a la era digital, en la que el cliente, el inversor, es soberano de sus propias decisiones de consumo o negocio y, solo por medio de mensajes convincentes, claros y transparentes ser capaces de llamar su atención. Para eso también será necesario enterrar los personalismos y la mentalidad individualista tradicional, agruparse, crear redes empresariales que sintonicen con las redes económicas de otras comarcas tales como las de la comunidad de Teruel, Sierra de Albarracín, Jiloca, Campo de Daroca y Cuencas Mineras; el futuro se escribirá en plural o no se escribirá”. De hecho, la plataforma molinesa cuenta con el respaldo de otras entidades como Teruel Existe, la comarca del Jiloca –en la vecina Aragón- y los agentes sociales, incluidas las organizaciones sindicales.

Desde La Otra Guadalajara muestran inquietud por el hecho de que desde la Junta se priorice la conexión de La Mancha entre Teruel y Cuenca, cuyo impacto ambiental resultó negativo. López Sanz subraya que “la construcción de las autovías A-40 (tramo Cuenca-Teruel) y de la A-25 entran en una competencia que podrían hacer que la comarca de Molina dejase de ser para siempre un lugar de paso. En suma, si se construye el tramo Cuenca-Teruel, que por motivos medioambientales se está demorando, todo el tráfico del sur de Aragón y del norte de la Comunidad Valenciana dejaría de pasar por la comarca de Molina para ir a Madrid y Andalucía. El impacto en este territorio sería considerable, aparte de que es posible que nunca se construyera una autovía por esta área”.

La plataforma califica de “preocupantes” las declaraciones de Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, en las que reivindicó una comunicación de estas características entre Cuenca y Teruel, “cuando en Teruel y en Cuenca, que están mejor informados, al parecer, esta solución ha sido prácticamente desechada, aunque cada cierto tiempo vuelve a ser reivindicada. Nos preocupa que la autovía Alcolea-Tarragona sea un arma arrojadiza en la política y que se esté frivolizando con el ser o no ser de más de media provincia de Guadalajara”.

Sangría demográfica

La Otra Guadalajara admite el “temor” extendido en buena parte de la comarca molinesa en cuanto a la tardanza en la construcción de la autovía y su impacto en un territorio que avanza al galope hacia la despoblación. Pese a ello, reivindica la construcción de esta infraestructura como una de las tablas de salvación para fomentar el desarrollo y, por tanto, la creación de empleo, la vía más segura para fijar población y atraer habitantes. La comarca de Molina, tomando como referencia el territorio que agrupa el programa comunitario Leader, integra 77 municipios y 122 núcleos de población con apenas 8.988 habitantes, lo que equivale a una densidad de población de 2,18 habitantes por kilómetro cuadrado. La comarca ha perdido casi un 20% de su población desde 2007 hasta la actualidad.

En todo caso, más allá de la lacerante situación que arrastra la tierra molinesa, La Otra Guadalajara pide al Ejecutivo que conciba la A-25 como un proyecto de Estado y que se acompañe de otras “medidas accesorias fundamentales”. “El tópico del agricultor de pueblo con mucho dinero en el banco –sostiene la plataforma- es un mito que habría que desterrar para siempre. Según los datos ofrecidos por la Agencia Tributaria en 2018, referidas a 2016, Molina tiene una renta per cápita sensiblemente inferior a otros municipios próximos de más de 1.000 habitantes”. A juicio de este colectivo, “la autovía por sí misma no es un factor de desarrollo, si no viene acompañada de medidas accesorias que incentiven la inversión e instalación de empresas en polígonos industriales que se deberían localizar en sus inmediaciones”.

El plan integral para Molina elaborado por La Otra Guadalajara gira alrededor de una “propuesta secuencial de desarrollo” cimentado en las inversiones y el empleo, apoyados en una fiscalidad que discrimine positivamente al medio rural y el capítulo de obras públicas. “Las infraestructuras son positivas para el desarrollo de los territorios: más tráfico, más infraestructuras, más actividad”, señala Ángel Luis López Sanz.