Juan Diges Antón, un cronista para Guadalajara

Don Juan Diges Antón se hizo mayor escribiendo sobre Guadalajara, la ciudad de su nacimiento, desde que descubrió su pasión por la historia y el dibujo. Nació cuando concluía el fatal año de 1855, el 27 de diciembre.

Las dichas y desdichas de don Juan
Cuentan del señor Diges que nació en una familia sin demasiados posibles, que solían ser en aquellos tiempos las más de la provincia, y que la que él formó fue de las que la mala suerte acompaña a través de los tiempos, pues la que don Juan formó fue numerosa, y, al final de sus días, se quedó prácticamente solo, pues murieron padres, hermanos, mujer e hijos. A la vista de tantas desdichas anotó en su libro del viaje de la vida que: continuó mi interrumpida tarea de bibliotecario… después de las desgracias que Dios se ha servido probarme…

Veía la luz su escrito el 1º de marzo de 1890, cuando regresaba a su puesto en la Biblioteca del Ateneo Caracense, institución que ayudó a fundar unos meses atrás, formando parte de su cuadro directivo, como uno de los muchos guadalajareños que por aquel tiempo creyeron en el Volapük, que trataba de ser la lengua universal y que por entonces se extendía con rapidez. Don Juan Diges ocupó en aquella sociedad guadalajareña todos los cargos posibles, desde la vicepresidencia a la secretaría, casi siempre con la colaboración de alguno de sus hermanos, a los que también llevó casi de la mano por el mundo de la cultura de una Guadalajara que despertaba a la historia y el progreso.

Al Volapük, y al Ateneo Caracense llegó desde el cuerpo de Obras Públicas provinciales, pues aunque estudió para Maestro, nunca ejerció, y a pesar de haber ingresado en la Comandancia de Ingenieros Militares, donde se soltó en la delineación y dibujo, fue en las Obras Públicas provinciales donde desarrolló su vida, cuando el Cuerpo de Camineros, de Sobrestantes y de Ingenieros se extendía por la provincia comenzando a abrirse carreteras y construirse puentes. En aquel oficio, como Sobrestante de Obras Públicas, se jubiló en 1923.

Dibujante y diseñador
La revista del Ateneo Caracense, que comenzó a publicarse en 1880, fue una de las primeras que vieron estamparse en sus páginas la firme de don Juan, y en la que aparecieron algunos de sus numerosos dibujos, planos o estampas sobre los monumentos de una ciudad que comenzaba a ver cómo se iban perdiendo.

También perteneció a la Comisión Provincial de Monumentos, adentrado ya el siglo XX en el segundo decenio, cuando muchos de los edificios históricos de la ciudad y provincia se habían mandado al rincón del recuerdo y sus piedras se empleaban en nuevas edificaciones.

La cabecera de la revista del Ateneo Caracense fue tan sencilla que no necesitó de muchos adornos para darse a conocer, en cambio sí que diseñó el señor Diges, en 1896, la cabecera del entonces semanario por excelencia de la provincia, el famoso Flores y Abejas, del mismo modo que diseñó la cabecera y portada de sus libros, y, por supuesto, la revista que fundó junto a Manuel Sagredo, que llevó el título de “Revista Popular”, la primera que en Guadalajara introdujo ilustraciones, la mayoría del propio Diges Antón.

Entre sus dibujos de la ciudad, y de la provincia, sencillos y evocadores, quedaron para el futuro la Torre del Alamín, el Palacio del Infantado, el de los duques de Sevillano, el palacio municipal, el santuario de la Antigua, el Monasterio de Lupiana, iglesias, calles…

Historiador de la ciudad
La mayor parte de su obra escrita se centró en la ciudad de Guadalajara, de la que bien se pudo decir que fue su cronista en los últimos años del siglo XIX y los comienzos del XX.
En aquellos dio a la imprenta, en solitario unas veces, o en unión de otro de los apasionados de esta tierra, Manuel Sagredo, las demás, obras como la más que famosa “Biografía de hijos ilustres de la provincia de Guadalajara”, que vio la luz en 1889; un año después mandaría también a la imprenta su “Guía de Guadalajara”, que fue la primera obra instructiva para conocimiento del visitante. Precursora, aquella guía, de una revisión, a la que en 1914 puso el título de “Guía del Turista en Guadalajara”.

Aparte de sus guías también dejó algunas obras señaladas sobre historia local: El Periodismo en Guadalajara, o su más que conocida: “El convento de Santa Clara”; títulos que le valieron para ser nombrado Delegado Regio de Bellas Artes, así como para ingresar, como Académico correspondiente por Guadalajara, en la Real de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, y de la de San Fernando, de la capital del reino.

Sin duda, tuvo más amigos que enemigos, tantos que, cuando el 29 de diciembre de 1925 dejó este mundo, Guadalajara se prometió que no lo olvidaría y, desde luego, la ciudad lo continúa recordando.

Juan Diges Antón; escritor, periodista, dibujante y funcionario, nació en Guadalajara el 27 de diciembre de 1855; falleció en Guadalajara el 29 de diciembre de 1925.